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Nos han educado para vivir en una sociedad con parámetros equivocados. El ser humano es distinto de como no lo quieren mostrar todos los sistemas, incluso el judeo cristiano, sobretodo el judeo cristiano, y por eso el legado que queda de ello son los estados de insatisfacción que a menudo nos intranquilizan. Nuestro deber es rescatarnos a nosotros mismos y vivir cada instante, el mejor. Néstor González. Sentencias 2010

Grupo Temático. Publicaciones y Propuestas en Debate




"...Supondré que hay, pues, no un verdadero Dios, que es la soberana fuente de verdad, sino un cierto genio malvado, no menos astuto y engañador que poderoso, que ha empleado toda su industria en engañarme. Pensaré que el cielo, el aire, la tierra, los colores, las figuras, los sonidos y todas las cosas exteriores que vemos no son más que ilusiones y engaños, de los que se sirve para sorprender mi credulidad. Me consideraré a mí mismo como carente de manos, de ojos, de carne, de sangre, como carente de sentidos, pero creyendo falsamente tener todas estas cosas. Permaneceré obstinadamente ligado a este pensamiento; y si, de este modo, no está en mi poder alcanzar el conocimiento de verdad alguna, al menos estará en mi poder suspender el juicio. Por ello, evitaré cuidadosamente admitir en mi creencia ninguna falsedad, y prepararé tan bien a mi mente para todas las astucias de ese gran engañador que, por poderoso y astuto que sea, jamás podrá imponerme nada. Pero este propósito es duro y trabajoso, y una cierta pereza me arrastra insensiblemente hacia el curso de mi vida cotidiana. Y al igual que un esclavo que gozara en el sueño de una libertad imaginaria, cuando comienza a sospechar que su libertad no es más que un sueño, teme ser despertado, y conspira con esas ilusiones agradables para permanecer más tiempo engañado por ellas, así yo regreso insensiblemente, por mí mismo, a mis antiguas opiniones, y temo despertar de este sopor por miedo a que las laboriosas vigilias que sucedan a la tranquilidad de este reposo, en lugar de aportarme algo de luz en el conocimiento de la verdad, no sean suficientes para aclarar las tinieblas de las dificultades que acaban de suscitarse...". (René Descartes, "Primera meditación. De las cosas que se pueden poner en duda")



DEBATE 1. BUSQUEDA DE ELEMENTOS IDENTITARIOS VS SOCIEDAD TAL COMO ESTÁ




Investigación Documentos

Este es el tipo de trabajos que deben redundar en la América Latina, hacia el recobro de la Abya Yala, que era el modo en que los Tulé Kuna, indígenas de Panamá y occidente de Colombia, nombraban a todo el continente americano. Si bien hoy nuestra identidad no se representa desde nuestros pueblos originarios, y tampoco lo logra con sus afrodescendientes ni su mulataje y siendo mayoritariamente mestiza la América Latina, no es en ese crisol en donde se maceran los elementos con los que nos relacionamos (a causa de la invisibilización centenaria de nuestras culturas, lenguas y sabidurías, en beneficio de las hegemonías foráneas), es en esas raíces en donde está reservado para los latinoamericanos un esencial forma de recuperarnos como pueblo, retomando nuestra vida sana y equitativa, en donde la pobreza y la ignorancia solo sean recuerdos trágicos en las mentes de los latinoamericanos del mañana, mañana que comienza a despuntar hoy, por el solo hecho de sacar de la oscuridad lo que estaba oculto, cundo lo escribimos, cuando lo leemos, cuando lo aplicamos. 

Nuestra realidad mayoritaria nos presenta como pueblos, individuos, “mano de obra”, “recursos humanos” amalgamados, homogenizados cada vez más proclives hacia la esclavitud moderna, al servicio de las corporaciones financieras del mundo, que lo ordenan a su acomodo: cambian presidentes, nombran ministros, imponen austeridad a las naciones, violan los derechos humanos, imponen el mercado de la muerte.

Esas razones de ignominia son más que suficientes y poderosas para que nuestros ya cercanos seiscientos millones de habitantes de la América Latina no quieran mantenerse adscritos a ese actual orden económico mundial. Causa y razón suficiente para regresar a la Abya Yala, desentrañar nuestras sabidurías ancestrales, nuestros legados afrodescendientes, palenqueros y raizales, la riqueza que se subsume en nuestros mestizajes, y despertando esos otros elementos identitarios articularlos con la sabiduría universal y planetaria de los otros pueblos similares, que en África en Oceanía, en Asia o en la misma Europa y la América del Norte supieron desde antiguo el valor de la tierra y del agua, el respeto por los animales, la estrecha vinculación del cosmos con cada acto del individuo, el vivir “con” y no en “contra” de la naturaleza ni del “otro” definitivamente proponder por un modus vivendi sustancial y esencialmente armónico. Néstor González de Investigación y Documentos. Nota construida a propósito del texto elaborado por Juan Pablo Cid Rivera “Pantli Tenochkatl”


25 de febrero a la(s) 10:52

Julián Ramiro Cipriano 

Lo único que debo criticar es que están muy equivocados postulando a la presidenta argentina como política de izquierda. Deberían investigar que esta teórica postura de izquierda fue solo campaña para seguir mintiéndole al pueblo argentino ( que parece nunca aprender de sus errores) permitiendo la explotación de recursos estratégicos a las multinacionales europeas y norte americanas. En fin como dice la canción que utilizan "cinco siglos igual".

26 de febrero a la(s) 18:06 

Marianela Giordano 

Los pueblos de Latinoamérica van a seguir siendo ésta mezcla de culturas. La que ya es, con todo lo impuesto y todo lo heredado pero cada vez mas mezclado con lo que sigue llegando, con las costumbres de fuera. Nunca se va a volver atrás, a las ajenas raíces aborígenes porque ya no se puede retomar la civilización en ese punto perdido de la historia, requete dejado atrás y al que nunca pertenecimos. Y ahora que los países de América del sur reciben culturas y religiones aun más lejanas; y les abren las puertas a los chinos con la acostumbrada y corderil sonrisa... ¡cada vez mas mezcla de razas y de costumbres se van a seguir desarrollando!! Así que, habría que llevar ese inevitable avance lo más racionalmente posible y dejarse de creer que se puede volver a vivir como aquellos indios originarios de la tierra pero que, no por eso mas "cierto" y más importante que los originarios de otras tierras que también son nuestros antepasados. ¿A quién le importa cuántas mezclas haya? No se puede desaprender el mundo!!!

2 de marzo a la(s) 9:47 

Investigación Documentos 

Es indiscutible que los cambios subsumen cambios y es normal que con cada día que pasa los pueblos estén más integrados en el orbe en pleno, el punto es: con que elementos hemos de integrarnos como latinoamericanos, no se trata de ir atrás desentrañar, visibilizar lo invisibilizado y quedarse ahí, hay que aprender de ello y ponerlo al servicio de todos, así como tomar de los otros lo que ha de constituir mejor vivir para todos y todas, en ese sentido no viviremos como aquellos pueblos originarios de otrora, pero muy seguramente disfrutaremos, por una mejor construcción mundial, de un existir similar que ya era disfrutado por ellos. En cuanto a las identidades y las mezclas, bien se ve que a pocos importa, lo mismo les da atrás que adelante, pero es claro que nunca será los mismos elementos identitarios aquellos que se coligen de los originarios chimú, mapuche, o wayú, o los que se construyen en el mulataje o el mestizaje, así mismo los propios de los afrodescendientes y los Rom, enrtre otros, pero que importante es el conocimiento de cada uno uno de esos elementos y el respeto por ellos, y más valiosos aún que esos elementos identitarios logren ser considerados a la hora de una representatividad latinoamericana en el planeta.

2 de marzo a la(s) 11:33 · 

Marianela Giordano 

A mí me parece absurdo y disparatado la búsqueda de identidad a través de los Chimú, Mapuche o Wayú y ni qué decir, si hablamos de África. Me parece un enfoque transtornante del cerebro! y además, política manipuladora pensada con NO muy buen fin. El conocimiento de la historia es de lo más maravilloso de éste mundo. Pero, nadie en ningún lugar del mundo está pendiente de las costumbres de sus ancestros para "sentirse parte" de la vida. La mejor vida de todas es estar en el mundo actual y procurar tener una buena sociedad, trabajar por el civismo y el bienestar y la ecología, etc. No hay tal cosa de que: "antes fuera mejor y fueran felices" ...es increíble!! de verdad que alguien pueda pensar que lo latinoamericano fuera: OTRA COSA, diferente de lo que es. Lo malo, malo... lo único malo es, no querernos. Y estar en esa onda de la "búsqueda de lo autentico nuestro" ...si, me parece increíble, porque la vida se vaaa.... en ese artificio inútil. Y si digo, todo el respeto y el interés por esa historia. Pero en cualquier lugar del mundo y cuánto más antigua sea una cultura está viviendo el HOY DÍA. Claro, algunas tribus están como hace 200 años pero simplemente porque les tocó estar en ese "lugar" con su situación particular ya sea elegida o porque tienen un tirano; y son felices en el mejor de los casos (y entre otras cosas que tiene la vida) porque no es algo obligado como búsqueda de autenticidad.

2 de marzo a la(s) 14:15 · 

Investigación Documentos Afortunadamente hemos aprendido a respetar el pensamiento del "otro" y reconocer que nadie tiene "verdades absolutas"

2 de marzo a la(s) 14:27 · 

Marianela Giordano Eso es tan importante como las pequeñas verdades cambiantes de la búsqueda.

2 de marzo a la(s) 14:34 · 




DEBATE 2. ELEMENTOS IDENTITARIOS CONDUCEN A GETHOS VS FALTAN TODAVÍA MUCHOS MÁS POR RECONOCER

Centro De Auto reconocimiento Afrocolombiano


CENAFRO, les retransmite que en la mañana del día Sábado 10 de Marzo a las 10:00 am en el Centro Cultural y Biblioteca Nuevo Latir (Calle 76 # 28 - 20 Troncal de Aguablanca con Av. Ciudad de Cali) se realizo una reunión para socializar la información acerca del FONDO para la Educación Superior "Juventud y Construcción de Paz" 2012 - 2016, el cual es un Programa creado por la Fundación Manos Visibles y el Banco BBVA con el Apoyo de la Fundación AVINA, Universidad EAFIT, Universidad ICESI y Grupo Planeta el Tiempo.

La Convocatoria es para jóvenes de estratos 1 y 2 que pertenezcan a Organizaciones Juveniles Comunitarias que acrediten trayectoria en el Desarrollo de Proyectos y que que quieran hacer una Carrera Profesional, que para el caso de Cali será con la Universidad ICESI. Es una beca que les cubre la matricula, un subsidio de transporte, alimentación y tienen acceso a los beneficios de la Universidad como salud, deporte, entre otros. Además de estudiar, la idea es que aprovechen esta oportunidad para fortalecer su Organización con el acompañamiento de la Fundación Manos Visibles.

Para mayor información, comunicarse con el Consejo Municipal de Cultura Sector Organizaciones Juveniles de Cali.

CENAFRO desconoce los demás detalles de dicha convocatoria, por eso les solicitamos acercarse solo personas de las entidades mencionadas.


Augus Mendozam: El concepto de afrocolombiano para los de características raciales negras, además de racista es discriminatorio, segreacionista, intolerante y desconoce la socio geografía. Todos deberían ser simplemente colombianos y no se desea ni conviene desarrollar un sistema de castas de base racial (falsa) como en Trinidad o Guyana cuantos subtipos de colombianos van a aparecer? Hay un grave error en esto.

César Marín: ¿Error? Perdón señor Augus, pero ¿ha visto Ud. la desigualdad entre grupos étnicos?. Las políticas de Estado son las segregacionistas: si hay un atentado terrorista en el Norte de Bogotá, todo el Estado se paraliza y presta apoyo, si las FARC y los paramilitares bloquean departamentos negros e indígenas como Chocó y Cauca, a nadie le importa. Si el Gobierno es racista, ¿qué se puede esperar de la sociedad?. La discriminación positiva, trata de lidiar con eso, aun así siguen siendo muchas las desigualdades.

10 de marzo a la(s) 17:40 · 


Christian Gamboa TENGO UNA DUDA
10 de marzo a la(s) 17:43 · 

Centro De Auto reconocimiento Afrocolombiano: Si, somos colombianos.. porque decir que después de 520 años no se pertenece a un sitio, resulta ilógico.. decir que nuestros ancestros no fueron esclavizados y nuestra autoestimas generacionales demolidas también.. ni pa que.. pero decir que no hay distinción étnica es el peor de los absurdos que puede decir alguien...

ahora, aprovechar una oportunidad que se da de manera exclusiva para nuestra comunidad no es promover diferencia entre congéneres, es como aprovechar la oportunidad que se le da a cualquier otro ciudadano, tan simple como la oportunidad que se le da solo a los profesionales de ser presidentes de la república, cuando candidatos a presidente deberíamos poder ser todos, como la rampa que se pide para los discapacitados..
10 de marzo a la(s) 18:03 · Me gusta ·  1


Augus Mendozam La valoracion de las características raciales a la hora de impartir justicia, protección, etc. para preferir o relegar personas y no sus reales capacidades, en el campo del trabajo, es un ereror -  Pero la auto marcación con nombres o valoraciones es otro error y sus consecuencis son peores que lo que se pretende solucionar donde lo haya.

Si lo que se considera práctico util y no dañino, es que no se tomen en cuenta de manera discriminatoria las caracteríristicas raciales (genéticas) de las personas salvo donde ello se justifique por razones biológicas reales como en el despistaje de ciertas afecciones que son mas comunes en unas genéticas que en otras, ese ingenuo artificio de la denominacion es contrario a lo que se busca.

Que sería de un pais como Colombia donde la estupidez llegue a establecer algo comoIberico - Colombiano para los que tengas aspecto mediterráneoCaribe -colombiano, para los de aspecto de alguna de ls genéticas típicas de las regiones.Chipcha - Colombiano (algo similar0 Noreuropeo - Colombiano.Judeo -ColombianoNorafro -Colombiano.Sino –Colombiano y toda la variedad de otras posibilidades y las determinadas mezclas .

La union para mutua ayuda y desarrollo de actividades creativas positivas de personas que tienen algún vinculo de proximidadfisico o cultural es muy positivo siempre que no sirva para aislarse y getificarse. Esto es tan tonto como lo que las faminazi hacen con lo que sigue:01] Cretinada FEMINAZI CONSOLIDADO 

01.1] * CRETINADA FEMINAZI (todas y todos) (tod@s) CRETINADA FEMINAZI (Asno)(A Lectores y lectoras, navegantes y navegantas de Internet) (*)... (TURL: http://twextra.com/ahg596 
01.2] * ORIGEN DE LA PRÁCTICA ABERRADA DE DEMAGOGIA BISEXUAL FEMINAZI EN EL CASTELLANO. (*01)URL: http://twextra.com/a4mkqy 
02] Alegato de la RAE contra las guías de "lenguaje no sexista "Informe del académico Ignacio Bosque critica las directrices contenidas en nueve guías sobre lenguaje no sexista elaboradas por comunidades autónomas, sindicatos y universidades, porque, si se aplicara estrictamente cuanto dicen, "no se podría hablar".
03] NUEVA EDAD MEDIA OBSCURANTISTA DE LA MANO DE LOS MARICONES SOCIALISTAS. Esas guías extraen "una conclusión incorrecta de varias premisas verdaderas", porque, afirma Bosque, es cierto que "existe la discriminación hacia la mujer en nuestra sociedad", como también lo es la necesidad de "extender la igualdad social de hombres y mujeres, y lograr que la presencia de la mujer en la sociedad sea más visible ".ABERRACION "suponer que el léxico, la morfología y la sintaxis de nuestra lengua han de hacer explícita sistemáticamente la relación entre género y sexo, de forma que serán automáticamente sexistas las manifestaciones verbales que no sigan tal directriz, ya que no garantizarían 'la visibilidad de la mujer'". 
LOS SOCIALISTAS ADEMAS DE LADRONES SON IGNORANTES Y MEDIEVALMENTE ABERRADOS HASTA EN SUS CRETINAS PROPUESTAS IDIOMÁTICAS.- 
04] URL DEL INFORME:
 http://www.rae.es/rae/gestores/gespub000011.nsf/voTodosporId/8A2D12812A66E09FC12579B6005787A2?OpenDocument&i=6 
Ref. Art. http://www.libertaddigital.com/sociedad/2012-03-04/la-rae-critica-las-guias-de-lenguaje-no-sexista-de-las-comunidades-1276451945/ 
LINK AL INFORME. 
http://www.rae.es/rae/gestores/gespub000040.nsf/%28voanexos%29/arch50C5BAE6B25C8BC8C12579B600755DB9/$FILE/Sexismo_linguistico_y_visibilidad_de_la_mujer.pdf 
05] LA ABERRADA CONSTITUCION BOLIVARIANA ES PUESTA COMO MODELO MUNDIAL DE ESTA CRETINADA FEMINAZI.
http://m.eluniversal.com/nacional-y-politica/120304/ponen-a-la-constitucion-venezolana-como-ejemplo-de-mal-uso-del-lenguaj
10 de marzo a la(s) 19:45 · Me gusta


Identidad Latinoamericana: Grave error constituye la NO "valoración de las características raciales a la hora de impartir justicia, protección, etc." Grave error es homogenizar a las poblaciones y desconocerles sus elementos identitarios, proveedores entre otras de las riquezas de nuestras naciones latinoamericanas, más ricas a cuanta mayor diferencia se colige. En Colombia su jurisprudencia se refiere al “Principio de la diversidad étnica y cultural en la Sentencia T-496 de septiembre 26 de 1996. Magistrado Ponente: Carlos Gaviria Díaz, en los siguientes términos:

“2.1. El principio de la diversidad étnica y cultural.El reconocimiento de la sociedad moderna como un mundo plural en donde no existe un perfil de pensamiento si no una confluencia de fragmentos socio culturales, que se aleja de la concepción unitaria de "naturaleza humana", ha dado lugar en occidente a la consagración del principio constitucional del respeto a la diversidad étnica y cultural. Los Estados, entonces, han descubierto la necesidad de acoger la existencia de comunidades tradicionales diversas, como base importante del bienestar de sus miembros, permitiendo al individuo definir su identidad, no como "ciudadano" en el concepto abstracto de pertenencia a una sociedad territorial definida y a un Estado gobernante, sino una identidad basada en valores étnicos y culturales concretos.”La sentencia anterior deriva de la acción de tutela interpuesta por el indígena páez: Libardo Guainas Finscue por vulneración de sus derechos a la protección de la diversidad étnica y cultural, al reconocimiento de su lengua, a la igualdad, a la libertad de conciencia, a la libertad de cultos y al derecho que tienen los pueblos indígenas a ejercer funciones jurisdiccionales dentro de su ámbito territorial, consagrados en los artículos 7, 10, 13, 18, 19 y 246 de la Constitución Política. De los artículos citado el 7 expresa literalmente: “El Estado colombiano reconoce y protege la diversidad étnica y cultural de la Nación Colombiana”, en tal sentido la sentencia en estudio beneficiará al indígena tutelado. No se encuentra sin embargo acción jurídica expresa en lo tocante al mestizaje, al mulataje, los zambos y demás grupos interétnicos así que al contrario de lo que se propone impetrar el señor Augus, aún está en pañales la legislación y jurisprudencia para este renglón del Derecho.

El documento oficial aportado por el DEPARTAMENTO ADMINISTRATIVO NACIONAL DE ESTADÍSTICA. DANE con el que se informa el censo poblacional por étnias desconoce gran parte de la población colombiana, toda vez que limita su esfuerzo a los pueblos originarios, los afros y los rom en los siguientes términos:

Colombia es un país pluriétnico y multilingüe1 en el que se diferencian de la sociedad mayoritaria cuatro grupos étnicos reconocidos: la población indígena, la población raizal del Archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina, la población negra o afrocolombiana - de la que hacen parte los Palenqueros de San Basilio del municipio de Mahates en el departamento de Bolívar- y la población Rom o gitana1. Por su parte la legislación para el cumplimiento de los artículos constitucionales relacionados profiere las siguientes leyes: La ley 60 de agosto de 1993 legisla para resguardos indígenas, mientras la ley 70 de 1993 es la ley de negritudes. Recientemente con la resolución No. 022 del 2 de septiembre de 1999 , se reconoce como etnia colombiana y se legisla para ella al pueblo Rom o gitano. Siendo mayoritaria la población que queda por reconocer, clasificar y proteger, se impone un ejercicio de identificación pluriétnica que se ocupe de esa sociedad mayoritaria en Colombia, lo cual siembra la misma inquietud para los demás países de América Latina, es preciso conocer en consecuencia el tratamiento que el “principio de la diversidad étnica y cultural” que se está dando en nuestros países Frente a lo anterior urge en el proceso de desentrañar las culturas acalladas de nuestro territorio latinoamericano, resolver todavía más por ejemplo: ¿en qué lugar quedaron en dicho “principio de la diversidad étnica y cultural: los mestizos, los mulatos, los zambos, que entre otras cosas sobre todo los primeros son la población mayoritaria en este continente? http://www.facebook.com/groups/238576862899694/

El Lunes a la(s) 4:59 ·


Identidad Latinoamericana: En cuanto al porque de la prelación respecto de los cuatro grupos minoritarios. El exprocurador General de la Nación Edgardo José Maya Villazón en la presentación que hace del libro de la Procuraduría: "La diversidad étnica en Colombia Alcances y Desarrollo" Afirma:"Al consagrarse la diversidad étnica y cultural como principio y como derecho fundamental, la Carta Política determinó como prioridad la de hacer efectivos el reconocimiento y protección de grupos humanos que, como los pueblos indígenas, las comunidades negras, raizales, y gitana o pueblo rom, tienen una cosmovisión diferente a la que posee la sociedad mayoritaria, expresada en sus particularidades culturales, sus usos costumbres y tradiciones" Sus claras diferencias les han hecho acreedores de tal ejercicio jurídico por el que ha de proponderse en su búsqueda y preservación que son a la postre riqueza de las naciones y que no nos hacen menos colombianos, peruanos, chilenos, cubanos, etc. latinoamericanos.

No así ha pasado con lo que los juristas y doctrinantes han denominado: "Sociedad Mayoritaria" que tiende a ser entendida como una amalgama de individuos hechos de todas las razas y todas las mezclas deriva aquí el examen de lo realmente étnico, pluri y multicultural e interétnico. No deben parecernos ridículas ni vanas las denominaciones que marquen las diferencias, eso en realidad es lo de menos, ya que constituye acción de la "costumbre" su inserción y manejo en la población. Hemos sobrevivido con la mediocre clasificación española de las razas, pero seguimos pagando por su ignorancia, podremos hacerlo mejor con un ordenamiento de mayor inclusión.

Finalmente respecto a los artículos citados a modo de ejemplificación de lo "incomodo" que resultaría los manejos de las denominaciones, ejemplificando con la reciente discusión de la RAE respecto al sexismo en el lenguaje, debo decir también que: LA MISMA REAL ACADEMIA DE LA LENGUA EN SU DECISIÓN DA CLARAS MUESTRAS DE SU MACHISMO RECALCITRANTE. "Cuando se dice “todos mis amigos” para expresar “todos mis amigos y todas mis amigas” se está igualando por medio de un plural masculino genérico que para algunos representa un claro indicio de la tendencia a invisibilizar a la mujer (Costumbre de invisibilizarnos a todos como ha ocurrido con nuestros pueblos originarios y nuestras culturas étnicas e interétnicas). Según la Nueva Gramática (2010), estos circunloquios, aunque innecesarios por la existencia del uso no marcado (el masculino), son una señal de cortesía en ciertos empleos vocativos como “señoras y señores”."Revista Cultura. El tedio que pueda resultar de establecer la distinción por género, (Y en este caso aplicado también a lo pluriétnico y multicultural) proviene de la costumbre. Del mismo modo que nos hemos acostumbrado al uso de un idioma masculinizante "machista" podemos generar la costumbre equilibradora de género, por otro lado el idioma español es muy rico y permite el uso del género "neutro, el ambiguo y el epiceno" para el caso que nos ocupa el género neutro es una buena opción para algunos casos y para el resto establecer la distinción. Por fortuna la RAE nos es Sacrosanta y tarde o temprano tendrá que retomar el concepto. Con todo es importante destacar también que en los detalles está la magnitud, de tal suerte que esta insistencia en un idioma incluyente no termina con la discriminación,(Así como tampoco las distinciones subrayadas en lo pluriétnico y multicultural) pero es un pequeño paso, dentro de los muchos grandes pasos que hay que seguir dando





DEBATE 3. PREEMINENCIA DEL DERECHO VS PREEMINENCIA DE LA BIOÉTICA, LA BIOPOLÍTICA Y LA EDUCACIÓN PARA LAS PROBLEMÁTICAS DE 
AMÉRICA LATINA





JURÍDICA BIOÉTICA BIOPOLÍTICA EDUCATIVA


Nestor Toro Villa

La explotación de la pobreza, la ignorancia, la falta de ética y moral, representa la amenaza más grave para la supervivencia a largo plazo, de los partidos políticos y las instituciones por ellos manejadas. El liderazgo solía ser una cuestión de ideas, de dar ejemplo y hacer lo correcto, hoy la norma es que los llamados jefes, hagan todo lo contrario.

U.d que opina?


Vladimir Hazera No conocemos, ni tenido la experiencia de vivir en Democracia en nuestro Continente. Desde la Conquista, el unico sistema de gobierno que hemos vivido es la Plutocracia...desde Alaska, hasta la Patagonia.
Hace 20 horas · 


Luis Ortiz Ningun sistema politico ha sido la panacea para el mundo...desde que se institucionalizo el Imperialismo con los romanos apoyado con los postulados griegos de la Democracia...se ha ido degenerando el concepto,convirtiendosen en gobiernos de elites de derecha y de izquierda que se corrompen en el poder...y no es nuevo,porque la corrupcion es la prostituta de la politica.
Hace 17 horas · 


Vladimir Hazera Ciertamente, todos los tipos de gobierno son susceptibles a la corrupción política; Sinembargo, eso no hace de la corrupción un sistema de gobierno per se, sino es tan solo el mal uso público (gubernamental) del poder para conseguir una ventaja ilegítima y contraria al sistema de gobierno establecido. Lo cual administrativamente es corregible acogidos al Derecho (que establece y define el sistema de gobierno) bajo recurso civiles de "acción qui tam", poco producidos y causas procesales que demuestran los delitos incurridos. Si hablamos de liderazgo, entonces no nos referimos a deficiencias de administración publica, sino al protagonismo de una corriente política o sistema de gobierno. En el escenario político o bien el burdel de la política nuestra, la corrupción es el nombre de tan solo una de las prostitutas! buscando las causales o bien responsables, entonces es la estructura o corriente con que se defina el gobierno o bien los "propietarios del burdel": los oligarcas.
Hace 17 horas · 

Investigación Documentos Nestor Toro Villa, Luis Ortiz, Vladimir Hazera Néstor, Luis y Vladimir permítanme expresar mi agrado y satisfacción por contar entre nuestros miembros con personas con la calidad de sus aportes y darles de nuevo la bienvenida a este proceso investigativo que con seguridad nos habrá de llevar al encuentro de "caminos más claros" como promete el poema Venas abiertas de L Sujatovich y M Schajris:
Venas abiertas
América Latina
tiene que ir de la mano
por un sendero distinto
por un camino más claro
Sus hijos ya no podremos
olvidar nuestro pasado
tenemos muchas heridas
los latinoamericanos

Recogiendo un poco sus reflexiones, pero ante todo parado en la exhortación que hace Néstor respecto a La explotación de la pobreza, la ignorancia, la falta de ética y moral, como amenaza grave, “la más grave” para la supervivencia a largo plazo, de los partidos políticos y las instituciones por ellos manejadas…yo me atrevería a dejar esa primera parte hasta “supervivencia”, algo entonces como: “La explotación de la pobreza, la ignorancia, la falta de ética y moral, como amenaza grave, “la más grave” para la supervivencia”. En realidad, parados en la búsqueda de una realidad latinoamericana de una raíz “propia” de mayor presencia, muy seguramente conceptos como: “partidos políticos e Instituciones” serán categorías por revisar, y no precisamente a la luz de las disciplinas y ciencias abonadas desde lo que hemos dado en llamar “Cultura Occidental”, lo cual no supone desconocer ese conocimiento, solo no priorizarlo, en beneficio de lo que ha de ser posible desentrañar “en y desde” nosotros mismos en “nuestros pueblos”, “nuestras étnias”, “nuestras mezclas culturales y raciales”. Así las cosas lo menos importante a la hora de la reflexión es si esos partidos políticos e instituciones van a supervivir o no, lo más importante es si Nosotros vamos a supervivir, nosotros todos como individuos latinoamericanos, plenos, sin exclusiones. Haciendo uso de esos saberes “occidentales” para buscarles oficio en nuestra tarea de “priorizarnos” creo conveniente recurrir a disciplinas relativamente recientes tales como la biopolítica y la bioética, la primera más reciente aún que la segunda, para dejar en claro, primero: que los problemas del poder concitan múltiples miradas y subyacen a la política de los pueblos para determinarla o modificarla, en ese sentido la biopolítica es una de esas miradas desentrañadas del examen al sujeto mismo y a la política misma que adquieren relevancia en la discusión contemporánea sobre poder y democracia, por la relevancia que le da a lo vital, a la vida misma, al ser humano como ser integrador de ecosistemas, pero que solo a través de la educación, será viable la comprensión de su verdadero papel y su eventual aplicación en beneficio de los pueblos. Estoy diciendo hasta aquí en relación con la exhortación en sujeto, al menos desde esa mirada “occidental” que da la biopolítica, que es posible el ejercicio del poder en beneficio de los pueblos y que tal poder y tal gobierno necesitan estar profundamente ligados a la vida, a la tierra, al cosmos. En ese sentido me gusta mucho la manera como lo viven nuestras culturas ancestrales, desde la Pachamama, la Madre Tierra, etc., sin estar hablan do ellos de bioética, ni biopolítica. Los metalenguajes van siendo más bien invento de esa “Cultura Occidental” inserta en su virus mercantil de capitalismo salvaje que se especializa en crearlos para tener el pretexto de “cobrar” por ellos vendiéndolos a través de “maestrías” y “doctorados” que después van a cumplir su misión mercantilista, una de sus asuntos es la segregación por “conocimiento” (Eso sin embargo será materia de otra reflexión) El ejercicio de tal poder sin embargo solo es viable con la educación.
Hace 11 horas · 
§   
Investigación Documentos Néstor nos plantea el problema. La biopolítica acompasada desde nuestras identidades, latinoamericana, en lo general; peruana, mejicana, colombiana, chilena, guatemalteca, etc., en lo nacional; y lo propio en lo local, resulta ser una solución con la “educación” como condición sine qua non. No es la única por supuesto. No obstante lo antedicho, nunca habrá tal modelo político, ni ninguno otra que le sirva a una comunidad, si en ella prevalece la corrupción, como afirma Luis, máxime si esta se subsume en las altas esferas. Y bien lo dice Vladimir: “todos los tipos de gobierno son susceptibles a la corrupción política; Sinembargo, eso no hace de la corrupción un sistema de gobierno per se, sino es tan solo el mal uso público (gubernamental) del poder para conseguir una ventaja ilegítima y contraria al sistema de gobierno establecido. Lo cual administrativamente es corregible acogidos al Derecho (que establece y define el sistema de gobierno) bajo recurso civiles de "acción qui tam", poco producidos y causas procesales que demuestran los delitos incurridos”Lo que se descubre aquí es que se corre el riesgo, como ya está ocurriendo en la mayoría de nuestras naciones, que se abuse del Derecho, en cuyo caso éste se agota y pasa a convertirse en un agente retórico en donde la corrupción brilla ahora con más fuerza, pues no en pocos de nuestros países las Altas Cortes han dado muestra de ese flagelo, aquí en Colombia, por ejemplo se habla, entre dientes, del “Cartel de la Toga” y lo que propone Vladimir con la “ acción qui tam” que me la encuentro como alternativa en uno de los Proyectos de ley del Senado y Cámara de Diputados de la Nación Argentina. Radicada el 2 de julio de 2003. Artículo 1, como: “.-Toda persona física o jurídica tendrá una acción denominada “Qui Tam’ para denunciar todo hecho o acto del que tenga conocimiento fehaciente que, en violación de normas legales, implique un fraude, un daño patrimonial o perjuicio fiscal de cualquier naturaleza al Estado Nacional, recibiendo una recompensa económica proporcional en el caso de que éste lograre recuperar total o parcialmente fondos públicos o evitare un perjuicio económico” puede terminar finalmente desgastando el aparato judicial de cada nación, lo cual nos conduce automáticamente a uno de los problemas mencionados por Néstor, a saber “la falta de ética y moral”. Discusión que no es nada sencilla, pero es obligada tratándose de lo que ya hemos advertido.Con motivo del VII Seminario Internacional de Bioética con el tema de Bioética y Conflicto armado, el Dr. Jaime Escobar Triana aducía: “Uno de los aspectos comunes a Colombia, y a Latinoamérica, es pretender solucionar sólo con leyes los problemas, los cuales previamente deben comprenderse para intentar su solución por medio de acuerdos y criterios éticos que faciliten el cumplimiento de esas leyes” .Lo anterior antepone entre las soluciones al conflicto armado y otros múltiples conflictos latinoamericanos las soluciones que provienen de la ética y de sus disciplinas, de modo especial, la bioética. Si bien es cierto como explica el mismo Escobar: “la preponderancia del abordaje jurídico sobre los planteamientos éticos se basa en la creencia de que no es posible argumentar racionalmente en ética; porque se considera una cuestión subjetiva y privada” también es cierto que “nuestro país requiere un replanteamiento de los valores éticos y morales, que nos comprometan con la cadena de la vida, aprender a hacer y aceptar críticas, desarrollar acercamientos y proponer soluciones” , lo cual genera la exigencia de que: “se requiere una reflexión bioética, racional y laica, en la que intervengan los diferentes enfoques sobre la vida y las relaciones humanas que permitan vivir en comunidad”
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Investigación Documentos Reflexionando sobre estas aproximaciones en el documento final de maestría de uno de mis asesorados, coincidimos en dejar el siguiente texto: La reflexión anterior explicita la problemática que genera el intentar para la superación de la violencia como manera de resolver el conflicto, la radicalización de las acciones jurídicas y legislativas que el derecho propone, toda vez que se agota la ley y se pierde el respeto por los que pueden llegar a ser sus logros. En actitud complementaria como refuerzo el anteponer el consenso ético permite minimizar el desgaste de la ley y favorece la asunción de valores y el desempeño desde una perspectiva de mayor humanismo . Estos son los resultados que frente al conflicto armado, y los otros problemas de la región, pueden esperarse de disciplinas de estudios como la bioética. (Estoy seguro de que no solo nuestros pueblos originarios y afros ya tenían una vía clara para lo cual, sino que llegaremos a visibilizar entre lo que está oculto en nuestras interétnias mestizas, mulatas, etc., y en esas mismas naciones originarias, afros y rom otros elementos, que nos podrán sorprender por su sabiduría intrínseca, Justamente esa es parte de nuestra gran tarea en esta investigación)Es claro, sin embargo, que se requiere el replanteamiento de los valores éticos y morales pero más que dicho consenso se direccione hacia el respeto por la vida y todos los colaterales que la garantizan, aprendiendo a dialogar y a despojarse de la carga individual que entorpece la escucha y comprensión del otro, por otro lado es urgente insistir en la laicidad de la bioética en el sentido de propiciar mayor inclusión, pues se trata de un conflicto en donde la diversidad política, cultural, religiosa, económica, etc, es tan amplía que no puede dársele cabida a una o dos miradas por muy importantes y respetadas que sean .En ese sentido el papel de la bioética es preponderante en el momento presente en la tarea de administrar el debate buscando la dinamización y el sostenimiento de un orden público en donde aún desde las antípodas de los argumentos se pueda consensuar y provocar caminos incluyentes, tal como lo propone Olivé León cuando expresa:

A partir de un conocimiento factual de las prácticas pertinentes, la bioética debe revisar constantemente las normas y valores bio-éticos en el sentido de la ética tomada como “el conjunto de valores y de normas racionalmente aceptados por comunidades con diferentes morales positivas, que les permiten una convivencia armoniosa y pacífica y que incluso puede ser cooperativa” , Ej. El respeto a la diferencia y la tolerancia, entre otras.

Pero atención, en nuestro caso esta mirada desde la bioética, solo será un paleativo, si en nuestra tarea propuesta no anteponemos la búsqueda y consolidación de nuestros elementos identitarios que hagan fortalecer realmente un episodio latinoamericano en donde por primera vez nuestras soluciones nos las hayamos prodigado nosotros mismos desde nuestras reflexiones originarias, ancestrales y desentrañadas. De otra manera, el seguir mirándonos en el espejo de la “Cultura Occidental” con todo y lo que eso pueda llegar a significar, solo será garantía de de soluciones que no lo son, porque como siempre ha ocurrido en estos quinientos años, desvirtualizan nuestras realidades y nos invisibilizan por completo. Como esta tarea es viable fundamentalmente a través de la educación no encuentro tiempo más oportuno que el que corre, para que en estas movilizaciones que se están dando en nuestro continente a propósito de la gratuidad y calidad educativa, este nervio bioético y esta esencia étnica sean material de primera aplicación, a la hora de las reformas educativas que vienen y de su aplicación. Saludos a todos. Fraternal abrazo.
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Vladimir Hazera En cuanto a tus acertados comentarios, que en espíritu comparto, mas hay en ello una salvedad que debo hacer hincapié brevemente -antes de posteriormente comentar más a fondo por razones de horario- independientemente de las medidas que se adopten para confrontar la problemática, debemos ser primeramente conscientes de que vivimos en sociedades conformadas como Estados de Derecho, por ende el argumento humanista del cual pese a que simpaticemos, del Dr. J. Escobar Triana, no le presta la relevancia adecuada a tal realidad, pues en Estados de Derecho prevalecen sus normas constitucionales y su ética gubernamental está reflejada en el sistema judicial de los mismos, en donde no se persigue en un proceso por ejemplo, ni encontrar la verdad, ni razones de merito, sino escuetamente el cumplimiento de las Leyes y bajo tal criterio aun por frustrante que sea, vemos que la raíz de la mala yerba que nos carcome esta casualmente en ese conglomerado de Leyes que nos rigen acorde con una moralidad tradicional –y me atrevo decir que en muchos puntos incluso obsoleta-que bien si aun se acepta no se actualiza a nuestra realidad.
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Investigación Documentos Que ahora lo sean, "Estados de Derecho", no quiere decir que deban seguirlo siendo siempre, puede sonar descabellado, y no tengo ahora una mejor propuesta que la surge de la ley para lo que nos ocupa, pero de antemano no me cierro a otras posibilidades, que desconozco, quizá desconocemos, pero que asumo es parte de la tarea por hacer, bien, el encuentro de los “nuevos” caminos o la ratificación de los actuales, en el ajuste exigido por nuestra búsquea, no obstante y Por razones de horario como dices.... subrayo para nuestra reflexión. Que la denominación de Estados de Derecho, por lo general van más allá, en Colombia por ejemplo somos además Estado Social de Derecho. El artículo 1 de nuestra Constitución expresa: “Colombia es un Estado social de derecho, organizado en forma de República unitaria, descentralizada, con autonomía de sus entidades territoriales, democrática, participativa y pluralista, fundada en el respeto de la dignidad humana, en el trabajo y la solidaridad de las personas que la integran y en la prevalencia del interés general” Así mismo en Sentencia No. C-449/92, la Corte Constitucional precisa el Estado Social de Derecho afirmando:La concepción clásica del Estado de derecho no desaparece sino que viene a armonizarse con la condición social del mismo, al encontrar en la dignidad de la persona el punto de fusión. Así, a la seguridad jurídica que proporciona la legalidad se le aúna la efectividad de los derechos humanos que se desprende del concepto de lo social. El respeto por los derechos humanos, de un lado, y el acatamiento de unos principios rectores de la actuación estatal, por otro lado, constituyen las consecuencias prácticas de la filosofía del Estado social de derecho. En este sentido el concepto de Estado social de derecho se desarrolla en tres principios orgánicos: legalidad; independencia y colaboración de las ramas del poder público para el cumplimiento de los fines esenciales del Estado; y criterios de excelencia .De acuerdo con lo anterior el Estado colombiano tiene dos componentes fundamentales, el componente social y el componente del derecho, que permiten priorizar en todos los sentidos los aspectos sociales y hacerlo siempre en el marco del derecho y la legitimidad. Aunque muy bien abonado en doctrina y jurisprudencia, el Estado Social de Derecho en Colombia se muestra en teoría como garante de una sociedad justa y equitativa en donde por principios sociales el Estado colombiano debe favorecer estándares mínimos de salarios, alimentación, salud, habitación, educación, para todos los ciudadanos, la realidad pronto revela su inoperancia y su falacia de existir como concepto, al confrontar que como Estado Social de Derecho el Colombiano tiene un abigarrado prontuario de desplazamientos forzosos, analfabetismo, muertes, desnutrición, pobreza, miseria, desempleo.Son múltiples las voces que desde la academia, los medios de comunicación, los líderes políticos y comunitarios, vienen adelantando la denuncia, y trazando caminos de inclusión con muy pocas resonancias sobre todo cuando lo que priman son los intereses de los poderosos de siempre, para quienes no es preciso tal Estado Social de Derecho o se lo figuran como una erudita pieza intelectual para el devaneo en salas de tertulia y clubes aristócratas, pero se arraigan a los viejos preceptos que habrán de perpetuarlos, perpetuando también la ignorancia y la miseria de los que son mayoría.Es entonces cuando se impone la indeclinable labor por los derechos ganados para que lleguen a los escenarios reales y entonces el Estado Social de Derecho colombiano no se quede como letra muerta en la Constitución Nacional de Colombia, conceptualizada y examinada en la doctrina jurídica, regulada y normatizada en las leyes, profundizada y reordenada en la jurisprudencia aparecen el panorama conceptos tales como “responsabilidad social”, “inclusión social”, entre otros, todos debidamente desarrollados y sobreabundantes en materia de reflexión, ninguno de los cuales logra su objetivo, como tampoco lo logra el Derecho por más generación de doctrina, legislación y jurisprudencia que aporte. De alguna manera es el momento en que sin que el derecho deje de ocupar el lugar que le corresponde, la sociedad se esmere por priorizar en las primeras instancias de su educación los aspectos éticos y bioéticos, esto es algo que no solo beneficia a la sociedad en pleno, sino que favorece la labor del aparato judicial al descargarlo del sobrecupo que actualmente maneja y que puede impactar a futuro, tal y como vienen presentándose las cosas El razonamiento de Triana es vigente y conviene prestarle atención: “Uno de los aspectos comunes a Colombia, y a Latinoamérica, es pretender solucionar sólo con leyes los problemas, los cuales previamente deben comprenderse para intentar su solución por medio de acuerdos y criterios éticos que faciliten el cumplimiento de esas leyes”[…] “la preponderancia del abordaje jurídico sobre los planteamientos éticos se basa en la creencia de que no es posible argumentar racionalmente en ética; porque se considera una cuestión subjetiva y privada” […] “nuestro país requiere un replanteamiento de los valores éticos y morales, que nos comprometan con la cadena de la vida, aprender a hacer y aceptar críticas, desarrollar acercamientos y proponer soluciones” […], “se requiere una reflexión bioética, racional y laica, en la que intervengan los diferentes enfoques sobre la vida y las relaciones humanas que permitan vivir en comunidad”
Hace 10 horas · 

Vladimir Hazera: Me ha gustado tu comentario, por cuanto expresa en parte uno de mis anhelos para solucionar la crisis de la realidad latinoamericana. En el caso de Colombia, país que conozco y amo en demasía, debemos aprender su lección histórica revisando su guerra civil desgastada. Pienso inciden un fenómeno de “cultura de la violencia” o bien, su culto producto de la frustración popular, la incapacidad de respuesta de los tradicionales partidos políticos protagonistas del conflicto y uno de nuestros más graves problemas que nos acontece en el continente: la importación de obsoletos modelos de gobierno. Vemos pues que aun se trate de presentar el conflicto como una lucha de clases en donde una parte se atribuye ser de carácter popular, en realidad es una pugna de ideologías, de izquierda y derechas, que no son cónsonas con la voluntad del pueblo. Esto debido a que la alternativa al dominio explotador de la oligarquía colombiana, ha sido representada por otro poder ideológico tan imperialista como el que se combate: el modelo socialista europeo, el doctrinal y utópico comunismo y sus derivados maoístas. Sucede que, cuando me refería a nuestros anhelos, era referente a que nuestro mayor problema en la búsqueda de la estabilidad socio-económica, la paz y desarrollo nuestro, persiste obstinadamente en “importar” modelos de gobiernos ajenos a nuestra realidad y cultura, por lo que quienes pretender establecerlos a toda costa, recurren al método transcultural, alienación, adoctrinamiento, re-educación y por ende convertirnos en “producto” asimilado, no en productor o ente creador de su propia realidad y destino. En ese afán, no nos definen lo que es Estado y su función, vendiéndonoslo como la panacea o única alternativa que perpetué el status quo y nos abocamos en bloques que en consecuencia lógica jamás logra consolidarse, pues no se origina de nuestras necesidades, ni realidad. América Latina, debe abocarse a un ideal mas unificador que incipientemente nos ofreciera un panamericanismo, de nuestros próceres y caudillos independentistas -como el espíritu bolivariano-, sin que este se convierta en una mutación inoperable o demagoga que solo despierte el nacionalismo entre las clases mayoritarias -pues debemos entender que pueblo somos todos- en un proceso de verdadera integración social que culmine en justicia social. No se puede dar respuesta a una nación, que aun constitucionalmente se nombre socialista y discriminar, marginar al nuestros grupos autóctonos, reduciéndolos y circunscribiéndoles en “zonas indígenas, comarcas o regiones” semiautónomas, cuando en la práctica lo que se ha demostrado es un desentendimiento de responsabilidad gubernamental de integrarles representativa y productivamente dentro del aparato gubernamental del Estado; privarles del derecho a servicios básicos y públicos, negarles el progreso o bien lo peor, condicionárselos. No podemos concretar nuestros anhelos, mientras no aceptemos que la única alternativa para enfrentar la nueva forma de imperialismo: la globalización, es unirnos eficientemente como bloque cultural y económico, en lo que atinadamente no se han producido modelos propios, realistas, sino seguimos mirando al Norte, ideando convertirnos en “Singapur” copiando su modelo de desarrollo, comiendo hamburguesas de Mac Donalds sin hacer de la “arepa” otra franquicia internacional que compita con esta. Para proponer que la solución a nuestro debacle radica en la educación, esto es tan solo un elemento en donde no existe la posibilidad de aprovechar tal coyuntura y beneficiarnos, mientras nuestros programas educativos sean un fraude, creando tecnócratas ignorantes e insensibles; donde la educación tan solo se persiga como solución económica y no como la base de desarrollo del ciudadano, sin rediseñar nuestros valores y revaluar esa moralidad caduca que sutilmente es un eficiente modelo de dominación elitista, en donde nuestros sistemas educativos no sean independientes sino sujetos a iniciativas manipuladoras y comprometidas con poderes impopulares, viciosos y explotadores; en donde se persista en la opinión de que el conocimiento es patrimonio exclusivo de quienes tengan las posibilidades de acceder al mismo y por ende se convierta en una burda herramienta de control de las mismas clases privilegiadas que nos mantienen sometidos en la conveniente ignorancia, pues si acaso en programas astutamente pre-elaborados y concebidos, solo nos educan e imparten aquellas cosas que le son convenientes a sus intereses.
Hace 38 minutos · 

Investigación Documentos Me gusta esa sintonía
Hace 30 minutos 


Andrea Carola Quizás para poder entender el problema de la violencia política se debería calificar a la política como la organización y aplicación sistemática de determinadas relaciones de poder, como la articulación de un conjunto de medios para la obtención y la preservación de éste. La política organiza el poder, le otorga “forma estatal” y viabiliza un proyecto socio- económico de clase, no sólo de etnia, como espacio de reproducción de la totalidad de las relaciones sociales. En este sentido el concepto de hegemonía gramsciano resulta mucho más adecuado para comprender el proceso de reestructuración del estado burgués, este tipo de estado no fue el resultado inmediato de la Revolución Mexicana por dar un ejemplo. Es importante hacer una diferenciación entre hegemonía y dominio porque éste se expresa en formas directamente políticas y en tiempos de crisis a través de la coerción. Al sumar la esfera cultural (hegemonía) Gramsci construye un tipo especial de dominación caracterizado como un conjunto de prácticas y expectativas en relación con la totalidad de la vida. La hegemonía es un sentido de la realidad para la mayoría de la gente, es una cultura que debe ser considerada como la dominación de clases particulares. En este sentido es que la misma constituye un proceso y nunca una forma pasiva de dominación. En este marco, la violencia es parte activa de la estructura social, no es sólo un instrumento o medio de lucha, sino sobre todo un modo de conflicto. La violencia política está estrechamente vinculado al desarrollo de la propiedad privada, posee una base material concreta y es la base del sistema en que vivimos, me parece, Los pueblos resistieron, y resisten defensivamente, aferrados a las costumbres y a las tradiciones comunitarias. Estas acciones en principio fueron dispersas, generando un lazo solidario importante entre ellas, y más tarde confluyendo con otras formas de resistencia campesina y obrera y con la oposición de la pequeña burguesía, terrible Karma la misma.“La coexistencia de relaciones sociales de naturaleza conflictiva expresa la solidez de los obstáculos para el cambio económico, social y político, y posibilita la latencia y disponibilidad del potencial popular hacia la violencia...” .La organización comunal parece ser el instrumento para organizar, y el principal centro político de la guerra campesina . Esta organización que defiende un pasado idealizado cumple una función revolucionaria que se traduce en un ataque a los fundamentos de la organización capitalista del Estado. La clase en el poder juega con la psicología de las personas, con sus emociones y decepciones, a fin de encauzar cualquier signo de descontento, diluir y desviar la atención del impacto de cualquier violencia estructural. Junto con la legitimación ideológica y política de la existencia y el recurso de las distintas formas de coacción, se deslegitima todo intento de organización popular de la violencia. Dice Lora Cam “las agrupaciones clasistas y étnicas de oposición no están subordinadas legítimamente al Estado: más bien su historia está atravesada por la cultura de la violencia contestataria”. A pesar que en los discursos oficialistas es frecuente la condena de la violencia "venga de donde venga", en la práctica se busca neutralizar o desarticular únicamente su desarrollo en la base, su forma auto-defensiva u ofensiva, especialmente aquella que se puede erigir como alternativa de lucha política, militar o social. Y...... podríamos estar horas escribiendo sobre el problema de Violencia política!!! teóricamente y empíricamente, pero creo que no es la idea.

Investigación Documentos Andrea Carola un gran placer leer tu aporte en torno de la violencia política. El concepto de hegemonía gramsciano que evocas ilustra elementos de la situación que nos ocupa así mismo la no subordinación legitima al Estado que el peruano José Lora Cam sostiene respecto de las agrupaciones clasistas y étnicas: “más bien su historia está atravesada por la cultura de la violencia contestataria”. Importante ha de ser también, encontrar más de nuestros propios escritores e investigadores aportando la mirada a la problemática, desde la misma Latinoamérica. En esto considero necesario dar un gran paso para la revaluación de nuestras miradas. Si bien es válido, necesario y hasta imprescindible el examen a la luz de los escritores universales, prácticamente del mismo modo es válido, necesario e imprescindible hacerlo con nuestros propios científicos, filósofos, investigadores, etc. En cuanto introduzcamos como herramientas elementos tales como el "pensamiento latinoamericano, filosofía latinoamericana, las miradas ancestrales, etc., todos conceptos tan polémicos pero indispensables en nuestro proceso.

Con todo tomando en consideración el post exhortativo de Nestor Toro Villa, y la elucidación lograda entre Vladimir Hazera eInvestigación Documentos y ahora tú, confío en que encuentres como importante conclusión en este post la urgencia de precisiones como las de Triana (Supra), propuesto desde la Bioética: “Uno de los aspectos comunes a Colombia, y a Latinoamérica, es pretender solucionar sólo con leyes los problemas, los cuales previamente deben comprenderse para intentar su solución por medio de acuerdos y criterios éticos que faciliten el cumplimiento de esas leyes”[…] “la preponderancia del abordaje jurídico sobre los planteamientos éticos se basa en la creencia de que no es posible argumentar racionalmente en ética; porque se considera una cuestión subjetiva y privada” […] “nuestro país requiere un replanteamiento de los valores éticos y morales, que nos comprometan con la cadena de la vida, aprender a hacer y aceptar críticas, desarrollar acercamientos y proponer soluciones” […], “se requiere una reflexión bioética, racional y laica, en la que intervengan los diferentes enfoques sobre la vida y las relaciones humanas que permitan vivir en comunidad”

Finalmente retomando también otra intervención, en cuanto la viabilidad de esta tarea tiene en la educación su principal ingrediente, no encuentro tiempo más oportuno que el que corre, para que en estas movilizaciones que se están dando en nuestro continente a propósito de la gratuidad y calidad educativa, este nervio bioético y esta esencia étnica sean material de primera aplicación, a la hora de las reformas educativas que vienen y de su aplicación, dentro de lo cual el papel de los educadores primarios no ha de descuidarse, por ello agregué la imagen en torno de la educación que se les puede inculcar a los hijos . Saludos a todos nuevamente. Fraternal abrazo para ti Andrea y de nuevo ratifico la gran valía de tu participación en el grupo 

Andrea Carola Gracias a ustedes!!!, muchas veces no intervengo en los comentarios porque no tengo tiempo, y los comentarios si no son precisos, llevan a confusión. O llego tarde a las tertulias, jajaja!!!!!. Gracias, nuevamente!!!!



Ejercicio de Investigación

Los procesos de conformación de la nacionalidad en la Argentina y Perú




Por Andrea Carola Rivas
Docente Especialista
Para Grupo Temático fb.: Identidad y Pueblos Pluriétnicos       Latinoamericanos hacia el Nuevo Orden Mundial
Ciudad: Avellaneda
País: Argentina.






LOS PROCESOS DE CONFORMACIÓN DE LA NACIONALIDAD EN LA ARGENTINA Y PERÚ








“Las verdaderas “universalidades” no se encuentran en
 los sistemas intelectuales sino en las relaciones  sociales
 y organizadas, en las que se expresa un poder efectivo.
Es así como tenemos que enfocar el problema de la nación”.
(Raymond Williams)

 


El presente trabajo intentará describir y analizar algunos aspectos del proceso de construcción de la nacionalidad que se ha dado en la Argentina y en el Perú. Si bien en ambos países, los procesos independentistas corren paralelamente y sus historias se entrelazan al punto de compartir algunos de sus héroes, el proceso de construcción de la nacionalidad no ha seguido el mismo derrotero.
El rol de los intelectuales y las figuras del gaucho y el mestizo usados  como paradigmas, formarán parte de este análisis

Argentina  cosmopolita

En 1880 se consolida el modelo capitalista agroexportador en la Argentina,  iniciándose un importante proceso de inmigración de población europea que dará comienzo a diferentes respuestas, desde los distintos sectores sociales, al problema de la conformación de una nación.
Queda así plasmado un estado capitalista con todas sus instituciones y aparatos necesarios para mantener y garantizar la reproducción de las relaciones de producción. De esta manera era imprescindible -y continúa siéndolo- crear sistemas de representaciones simbólicas que permitieran asegurar el consenso legitimador  de la dominación social por parte de las clases propietarias de los medios de producción. Un instrumento eficaz fue, y sigue siéndolo, el de pensar a la sociedad como una comunidad nacional. Así comenzaron a generarse distintos conceptos y figuras representativas de las identidades nacionales. Esta sucesión de símbolos ideológicos y materiales fueron - y son- disputados por los representantes de los distintos sectores sociales.
A este proceso objetivo de cristalización de una sociedad capitalista con su correlato, también objetivo, en los aparatos estatales se lo debe analizar en relación inicial con una profunda modificación social ocurrida producto del impacto ocasionado por el importante proceso inmigratorio iniciado alrededor de 1890. De esta forma era imprescindible encontrar elementos simbólicos que funcionaran como aglutinantes sociales. Así comenzó a gestarse el proceso de creación de identidades culturales homogeneizantes. Es útil reconocer que este proceso de surgimiento de identificaciones nacionales también fue “utilizado” por todos los sectores sociales resignificándolo de acuerdo a sus distintos intereses de clase.
En Argentina, como mencionamos más arriba, el desarrollo capitalista se consolidó con el modelo económico agroexportador. Este modelo, entre otras características,  inicialmente implicó el aniquilamiento de la población indígena para la expropiación de sus tierras. Además determinó la existencia de condiciones objetivas que facilitaron la implantación de grandes oleadas de población europea inmigrante. Entonces, de alguna forma, la construcción de la nación argentina dependió de ambas situaciones entendidas dialécticamente: no se puede pensar la creación de una nacionalidad argentina sin tener en cuenta las características “cosmopolitas” que devengó la cristalización del modelo capitalista argentino. Y, a su vez, siguiendo lo enunciado por Gellner, no se puede pensar una nación sin la existencia de un estado capitalista que la cree.

Perú :Dejame que te cuente...

Por su parte en Perú se dará un proceso con significativas diferencias.
Antes de la llegada de Pizarro, el Perú, o más propiamente el Imperio Inca, tenía una organización económica, cultural y social muy importante que no pudo ser desterrada a pesar de la crueldad de la conquista. Los conquistadores deberán incluso, reconocer esta organización y usufructuarla en su provecho para la extracción de los excedentes mineros potosinos. Este choque cultural se caracteriza por la permeabilidad que tienen cada una de las partes para asimilar elementos de la cultura del otro. “Ocurrió lo que suele suceder cuando un pueblo  de cultura de alto nivel es dominado por otra: tiene la flexibilidad y poder suficiente como para defender su integridad y aún desarrollarla, mediante la toma de elementos libremente elegidos o impuestos.”[1]
En esta relación original quedará marcada la impronta de lo que será el proceso de confluencia de ambas culturas.
A finales del siglo XIX Perú es derrotado por Chile en una guerra por el salitre (1879/1884). Este conflicto armado reforzó la fragmentación de la estructura social legada de la colonización, enfrentando a la clase dirigente (blanca) contra el conjunto de las clases subordinadas (indios, negros, chinos); y, por otra parte, a las diferentes fracciones de esta última, entre sí. “Esta fractura no sólo no fue resuelta cuando se estableció el Estado Nacional, sino que la oligarquía civilista, tuvo la prudencia y el suficiente tino de no plantear siquiera su discusión.”[2] 
Sumado a esto, el incipiente desarrollo del sistema capitalista, transforma a Lima en el nuevo eje económico industrializado, generador de una importante migración de las poblaciones serranas hacia las ciudades costeras. Este proceso provocará, en las elites dirigentes y en sus intelectuales, la necesidad de reformular las estructuras simbólicas que cohesionen a las clases populares en el proyecto. Paralelamente, surgirán corrientes intelectuales ligadas a los sectores populares que propondrán una contracultura que también contempla la elaboración de una identidad nacional.

Intentaremos demostrar cómo el surgimiento de las identidades nacionales en ambos países busca la legitimación de las clases dominantes por un lado y, por el otro, cómo los intelectuales que representan a las clases subalternas necesitan reafirmar estas identidades nacionales para reforzar su representación.

 

Las identidades nacionales: una lucha intelectual


El rol que han cumplido los intelectuales en el fenómeno de construcción de las identidades nacionales es, al decir de Lombardi Satriani, activo y  funcional a los intereses de las clases antagónicas y en pugna.
Las figuras del gaucho en la Argentina y del mestizo en Perú serán consideradas paradigmáticas dentro de este proceso de conformación en ambos países, analizando las similitudes y diferencias. En este sentido podemos comprobar la existencia de corrientes culturales que tienen su centro en estas figuras: el criollismo (el gaucho) y el indigenismo (el mestizo).
La continuación en el tiempo de las fronteras entre las identidades neoeuropeas latinoamericanas y las autóctonas son funcionales a la implementación de un sistema capitalista en América Latina en el que las masas campesinas se debieron estructurar como la principal fuerza de trabajo de una manera parecida a la del sistema de producción feudal. Pero estas mismas fronteras entre ambas identidades representaron un freno objetivo para la incorporación de mentalidades nuevas, modernistas, que las nuevas elites económicas y culturales necesitaban para construir la moderna sociedad capitalista. Necesidad imperiosa que debía realizarse a partir de generar una identidad nacional abarcadora de toda la sociedad en su conjunto. De esta manera, desde las elites intelectuales comenzaron a elaborarse construcciones simbólicas que daban cuenta de una identidad nacional que incluía a las dos subidentidades (la autóctona y la neoeuropea).

 

El Gaucho: Imagen  de una nación

En Argentina este proceso estuvo determinado por su peculiar organización económica en torno al puerto de Buenos Aires, lugar de encuentro de la población inmigrante con el centro económico y político dirigente. El gaucho argentino, figura social absolutamente descalificada por las clases dominantes del siglo XIX, una vez que fue domesticado y reclutado organizadamente para asegurar el mercado de fuerza de trabajo que el propio sistema capitalista imponía, comenzó a ser el sujeto social construido como emblema de la nacionalidad argentina.
Como explica Kaliman, el criollismo será la construcción intelectual elaborada por las elites dirigentes argentinas para homogeneizar a la sociedad dentro de los marcos del sistema capitalista. Este movimiento desconoce la figura del indio como identidad cultural autóctona (eliminado hasta físicamente con la Campaña al Desierto de 1879) y adopta al gaucho como arquetipo de la nacionalidad.
El nuevo universo de lectores generado por las campañas alfabetizadoras oficiales, será tierra fértil para la inserción de personajes estereotipados que la literatura criollista puso en circulación. Así, Juan Moreira surgido de la literatura de cordel de la pluma de Eduardo Gutiérrez   “de todos los semidioses del Olimpo criollista (...) fue (...) el que con más frecuencia solicitó la devoción...” [3] de aquellos que buscaban identificarse como nacionales. Similar adhesión recibieron personajes como Martín Fierro de José Hernández o el payador Santos Vega.
Surgió una gran cantidad de centros criollistas que reproducían “una atmósfera rural que parecía garantizar, por sí misma, la adquisición del sentimiento de nacionalidad...”[4] y  cientos de publicaciones en el mismo sentido.
Es precisamente esta figura reelaborada del gaucho la que las elites locales propondrán como imagen homogeneizante frente al cosmopolitismo generado por la inmigración al tiempo que reafirma su propia legitimidad.
Los sectores de la población nativa verán en el criollismo cierta valoración de símbolos que sienten propios, una reacción contra la extrañeza que impone la urbanidad y adoptarán la figura del gaucho como representante de su propia  identidad cultural. Nace así la corriente nativista, representante de estos sectores autóctonos.
La población inmigrante verá en el gaucho la representación de la nacionalidad al punto de imitarlo como estrategia de inserción social generando, de este modo, procesos culturales propios.
Es importante destacar la presencia de otro grupo de intelectuales nacionalistas que, si bien no fueron los que hegemonizaron el proceso de identidad nacional, tuvieron un rol significativo. Estos mostraron su inquietud frente al impacto cultural que imponía la inmigración. En “La restauración nacionalista”, Ricardo Rojas plantea que la identidad nacional debería ser la síntesis entre las culturas hispánica e indígena.
Dentro de esta corriente, Alejandro Bunge establece que el concepto de “crisol de razas”  disuelve las diferencias culturales de la oleada inmigratoria. “Muchos de los extranjeros llegaron al país (...) formaron su corazón y su espíritu en nuestra tierra (...) ni los nietos, ni los hijos de europeos hablan los idiomas o dialectos de sus padres (...) En todo el país se habla uniformemente el español (...) sin deformación alguna...” [5]

 

Mestizo: Arqueología o Historia.


En Perú se reconocen distintas corrientes teóricas que pugnan por establecer el estereotipo de nacionalidad. Los hispanistas, representantes de la aristocracia criolla, verán en la cultura hispana el exponente de la verdadera cultura. Así rescataron sólo la visión arqueológica del indio que les permite, por un lado, asimilarlo en su vinculación con un pasado imperial equiparable a la sociedad española y, por el otro, manipular esa misma visión para inmovilizarlo negándolo como sujeto histórico “... por lo que su destino, por fuerza, será el de toda masa inerte: servir a otro poder”[6].
Esta corriente sólo “reconoce” al mestizo por sobre el indio en tanto fue capaz de incorporar los valores culturales occidentales.
En oposición al pensamiento hispanista surge el indigenismo al que se le reconocen tres momentos diferentes. El primero reivindicará la cultura incaica desde una visión arqueológica, sin considerar al indio contemporáneo.
Juan Carlos Mariátegui será el exponente del segundo momento del indigenismo. A diferencia de los intelectuales hispanistas que interpretan que la tradición en Perú es colonial y limeña implicando la imposición de una tradición española más que nacional, Mariátegui rescata el pasado incaico, indio, reivindicando de esta manera la más antigua tradición. Siguiendo esta misma línea, encontramos a Ciro Alegría, que toma a la comunidad india en su resistencia a ser despojada de su cultura. Desde acá es que puede verse una diferencia entre la concepción de la nacionalidad realizada por los tradicionalistas y la que proponen los intelectuales revolucionarios, que es la de reintegrar la historia peruana dentro del proceso cultural más general. De esta forma se ensancha la tradición nacional al reinsertar al indio como sujeto histórico y no arqueológico.
Un tercer momento complementario de la propuesta de Mariátegui será el encabezado por José María Arguedas.
La cuestión fundamental que plantea es la de un país dividido en dos culturas - la andina de origen quechua, la urbana de raíces europeas- que deben integrarse en una relación armónica de carácter mestizo. Arguedas reivindica la validez del modo de ser del indio, sin caer en un racismo al revés. Uno de los problemas más complejos abordados por Arguedas es el de la integración de las distintas vertientes de la sociedad peruana, profundamente escindida en realidades sociales, culturales, regionales y raciales muy diversas y, en algunos casos, contrapuestas. El mestizaje constituye una noción clave dentro de esta búsqueda: es entendido como la posibilidad de una integración armónica de elementos contrapuestos pero que no son, por su propia naturaleza, necesariamente irreductibles.

Intelectuales: Obreros de la construcción simbólica

Todas estas corrientes analizadas tienden a demostrar que el rol de los intelectuales dentro de los procesos de conformación de las identidades nacionales es determinante.
De esta manera, se puede sostener que las producciones simbólicas están determinadas por las condiciones sociales de su producción y, más precisamente, por la posición del productor (intelectual) en el campo de producción.
El rol social del intelectual es el de productor de construcciones teóricas y simbólicas tendientes a construir un consenso imprescindible para ejercer y perpetuar la hegemonía de las clases dominantes o, por otra parte, para construir una contrahegemonía capaz de disputar el poder económico, político y cultural.

Así, entendemos por hegemonía un proceso activo, una interconexión y una organización adecuada de valores y prácticas dispares que este proceso de hegemonía incorpora a una cultura significativa y a un orden social definido.

Si entendemos que el intelectual es el encargado de producir estructuras simbólicas, culturales, es preciso relacionarlo con las categorías de tradición y cultura de una sociedad determinada y, a su vez, con las diferentes visiones que de estas categorías se tienen.

Desde esta tónica hay que entender a la tradición no como una supervivencia del pasado sino que se le debiera incorporar un sentido que la presente como un proceso activo que permita una determinada configuración simbólica que incorpora dichas representaciones en un sistema cultural hegemónico. Es decir, debemos considerarla como una tradición selectiva de un pasado y de un presente que es operativo dentro del proceso de definición e identificación cultural y social.

Puede distinguirse una diferencia en cómo se ha hecho esta selección en la Argentina y en Perú. En la Argentina el recorte fue hecho sobre el gaucho como arquetipo de ruralidad, de cosmovisión, como requisito indispensable de identificación nacional. Si bien no está claro si el gaucho es una construcción intelectual ad hoc o una apropiación del pasado, se selecciona para este objeto. En tanto en Perú, la selección es claramente tomada de un pasado cultural glorioso, equiparable al que se quiere confrontar.
Entonces, la tradición constituye un aspecto de la organización social y cultural contemporánea del interés de la dominación de una clase social específica. Es una versión del pasado que se pretende conectar con el presente y ratificar. En la práctica, lo que ofrece la tradición es un sentido de continuidad.

Mariátegui establece que la tradición, entendida como patrimonio y continuidad histórica, es viva y móvil. Los verdaderos revolucionarios (puede extenderse a los verdaderos intelectuales revolucionarios) entienden que representan fuerzas históricas. Así, la tradición es un proceso cultural que se caracteriza por su heterogeneidad en detrimento de una concepción cerrada y única. Es el resultado de sucesivas transformaciones de la realidad. No existe un conflicto real entre el intelectual revolucionario y la tradición en la medida en que estos encarnan la voluntad de la sociedad de no petrificarse en un determinado estadio del desarrollo histórico.
Siguiendo el análisis de Mariátegui podemos considerar al tradicionalismo como una concepción política que, de manera conservadora, otorga a la tradición un “sentimiento” romántico y la coloca en el lugar estático de ser un conjunto de reliquias o símbolos de un pasado inerte. Esto también es una decisión guiada por intereses de clase. Es decir, los intelectuales de la clase dominante también conforman producciones simbólicas destinadas a satisfacer, desde el plano de las representaciones, sus intereses de clase. A los sectores dominantes les es funcionalmente útil concebir la tradición desde una perspectiva estática porque, de esta manera, pueden legitimar una necesidad objetiva y de clase: la perpetuidad y reproducción de las relaciones sociales de producción. El intelectual conservador no representa la historia como un proceso dinámico, en desarrollo constante.
El intelectual revolucionario, en cambio, piensa la historia, y por consecuencia a la tradición, en torno a la idea de proceso. Así contribuye a generar la imprescindible conciencia de clase que permite la transformación social a partir de la participación activa de las clases sociales dominadas.


Cultura y nacionalidad:

“La pertenencia a una tradición no es algo gratuito o superfluo, sino que constituye un elemento central en la justificación de una ruptura, una refundación, o bien, en términos más generales, en la configuración de una identidad. Su construcción no es, pues, inocente: las tradiciones inventadas, dice Hobsbawm, utilizan la historia como legitimador de acción y cementador de cohesión de grupo”[7].
Toda representación cobra sentido en la medida en que logra encarnarse en los sectores sociales para los que fue elaborada. Es decir, sólo si logra generar un proceso de identificación en un determinado grupo social podemos establecer que hay ideología.
Con la conformación de ideologías es imprescindible vincular la categoría de identidad colectiva que, como sostiene Kaliman, es un proceso de autoadscripción a representaciones simbólicas en el seno de una comunidad cuyos integrantes hacen propias y que experimentan a través de códigos que se ponen en funcionamiento en las relaciones de comunicación. Es absolutamente equiparable a la caracterización de nación que Benedict Anderson hace cuando habla de comunidad imaginada.
Es imprescindible entender los procesos de reproducción cultural y la aparición de alternativas contraculturales considerando la naturaleza de las identidades que se encuentran involucradas. Para comprender dichas identidades culturales coincidimos con Kaliman en que hay que considerar que éstas son elaboradas desde dos momentos: la experiencia -adquisición de determinados elementos culturales a través de la reproducción social por medio de la práctica cotidiana- y el discurso - conceptualizaciones elaboradas de aquellas prácticas culturales no relacionadas directamente con la experiencia.
El folklore, en tanto representación de las identidades culturales de las clases populares de una determinada sociedad clasista, tiene determinados significados que remiten a las ideologías, fundamentalmente, nacionalistas y conservadoras. Desde la perspectiva conservadora se le otorga una desvalorización a las tradiciones populares, que son entendidas como inferiores en relación con la “alta cultura”.
Desde la perspectiva gramsciana se piensa al folklore como producción simbólica, superestructural, implicada con la estructura económico-social, y sus relaciones de producción. También se concibe al pueblo como productor de una cultura de impugnación, contrahegemónica. Pero además destaca la bipolaridad que todo proceso de folklore así interpretado conlleva puesto que, por un lado, es una producción simbólica impugnadora pero, al mismo tiempo, es una herramienta de producción cultural utilizada para la adaptación de las clases dominadas en una sociedad organizada en torno a la relación entre clases antagónicas.
Tanto la figura del gaucho como la del mestizo juegan este doble rol planteado más arriba. Así, el gaucho es una figura que sirve a las elites dominantes para cohesionar a los sectores populares pero, a su vez, los intelectuales ligados a las clases dominadas lo reelaboran y lo erigen como un exponente paradigmático de una contracultura. De esta manera, tanto el marxismo como el anarquismo, aunque con diferencias, utilizan la figura del gaucho como representativo del pueblo en oposición a la burguesía.
El mestizo, por otra parte, también tiene la función de aglutinar a los sectores populares tras una identidad nacional propuesta por los intelectuales hispanistas, al tiempo que juega el rol asignado por los indigenistas, especialmente Arguedas: redentor del pueblo indio.
Podemos decir, además, que el folklore es el conjunto de fuentes populares que determinan un sistema de representación. Estas simbologías tienen un carácter no oficial, decididamente contrarias a toda representación dogmática y estática de la producción cultural. Los ritos, imágenes y espectáculos que conforman la cultura popular ofrecen una visión del mundo, del hombre y de las relaciones humanas totalmente diferente a la establecida por la cultura oficial. De esta manera, dichos ritos y fenómenos conformadores de esta cultura no oficial se transforman en la peculiar cosmovisión que los sectores populares tienen - y se construyen - de su mundo.
El folklore considerado de una manera tradicional, conservadora, proporciona a la cultura hegemónica un instrumento más para mistificar la realidad. Consolidado alrededor de 1920, sirvió en sus orígenes como herramienta de construcción del imaginario colectivo de la nacionalidad en la medida en que rescataba los rasgos considerados auténticamente argentinos, colocándolos como un modelo a seguir por parte de las masas inmigrantes llegadas a principios del siglo XX que imponían una estructura cosmopolita de la sociedad.

Es interesante destacar el rol social del gaucho como bisagra en la configuración de las características de la identidad nacional en tanto opera entre la sociedad poscolonial y los sectores dominantes de la sociedad plenamente capitalista. Esta característica es la misma que podemos ver en la configuración que Arguedas realiza del mestizo en Perú.
Es interesante destacar, y se puede relacionar de alguna forma con Arguedas en su propósito de pensar al mestizo como bisagra entre ambas culturas, que Mariátegui propone que fue precisamente este hecho fundamental de la Conquista el que hizo que Perú se conectara y articulara con la cultura occidental.

Conclusión:

 “Es un hecho histórico evidente que los procesos de combinación y definición políticas proceden de la clase gobernante. La construcción de los estados, en cualquier nivel, es intrínsecamente una operación realizada por la clase gobernante. Los poderosos procesos que luego siguen, las complejas tradiciones de la conquista y la sujeción a formaciones más implantadas, necesariamente tienen lugar, sin embargo, en áreas sociales mucho más amplias”[8]
Si bien el proceso de construcción de las identidades nacionales en Argentina y Perú estuvo dirigido por las clases dominantes, no se puede ignorar el proceso contracultural que se ha generado en ambas situaciones y que, en definitiva, han dejado significativas marcas en el imaginario colectivo de las clases populares.
Los estereotipos seleccionados para esta construcción de identidades, gaucho y mestizo, pronto fueron resignificados para, dinámicamente, transformarse en exponentes de la cultura popular.
¿Es dable equiparar el proceso de construcción de la nacionalidad en la Argentina con el que nos muestran Handler y Linnekin en Quebec? De la misma manera ¿es el proceso peruano similar al que se dio en Hawaii?
¿Se puede hacer una conexión entre Mariátegui y los intelectuales marxistas argentinos con la concepción del gaucho y, por otro lado, entre Arguedas y la concepción anarquista de gaucho y pueblo, con relación a una idea más amplia de las figuras de cultura?
Alguna idea hemos desarrollado, pero la retomaremos en otro trabajo.



BIBLIOGRAFÍA
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[1] Arguedas; José María; Formación de una cultura nacional indoamericana. Siglo XXI Mexico. P.193
[2] Bonilla, Heraclio: El problema nacional y colonial en el Perú en el contexto de la guerra del Pacífico. Instituto de Estudios Peruanos, 1977, p. 204.
[3] Prieto, Adolfo: El discurso criollista en la formación de la Argentina moderna: Ed. Sudamericana, Bs.As 1988;150
[4] Op. cit; p.145
[5] Bunge; Alejandro; Una nueva Argentina. Hispamérica.  Bs. As.1984.p.151. 
[6] Saintoul, Catherine: Racismo, etnocentrismo y literatura; Ediciones del Sol; 1989; p.64.
[7] Tarcus, Horacio; El marxismo olvidado en la Argentina: Silvio Frondizi y Milcíades Peña, Ediciones El Cielo Por Asalto, Bs.As.p.21
[8] Williams; Raymond; Hacia el año 2000.Crítica Barcelona 1984.p192






AHORA MÉXICO

REVOLUCIÓN MEXICANA


Licenciada: Rivas, Andrea Carola. Cátedra: Problemática latinoamericana
Caso empírico ¨: Revolución Mexicana
Artículo publicado en  la Revista RHE Nº 50: año: 2011- Facultad de Filosofía y letras- UBA-
Categoría : “Violencia política”. CasoRevolución Mexicana.
Para ser publicado en:  Identidad y Pueblos Pluriétnicos Latinoamericanos hacia el  Nuevo Orden Económico Mundial





  
Para poder entender el problema de la violencia política se debería calificar a la política como la organización y aplicación sistemática de determinadas relaciones de poder, como la articulación de un conjunto de medios para la obtención y la preservación de éste. La política organiza el poder, le otorga “forma estatal” y viabiliza un proyecto socio- económico de clase,  como espacio de reproducción de la totalidad de las relaciones sociales. En este sentido el concepto de hegemonía gramsciano resulta mucho más adecuado para comprender el proceso de reestructuración del estado burgués, este tipo de estado no fue el resultado inmediato de la Revolución Mexicana. Es importante hacer una diferenciación entre hegemonía y dominio porque éste se expresa en formas directamente políticas y en tiempos de crisis a través de la coerción. Al sumar la esfera cultural  (hegemonía) Gramsci construye un tipo especial de dominación caracterizado como un conjunto de prácticas y expectativas en relación con la totalidad de la vida. La hegemonía es un sentido de la realidad para la mayoría de la gente, es una cultura que debe ser considerada como la dominación de clases particulares. En este sentido es que la misma constituye un proceso y nunca una forma pasiva de dominación.  En este marco, la violencia es parte activa de la estructura social, no es sólo un instrumento o medio de lucha, sino sobre todo un modo de conflicto.

 “...La violencia en la modernidad aparece como una determinación de las relaciones sociales, entre ellas las del Estado, que pretende monopolizar su control; se convierte en estrategia que presupone la dominación y el sometimiento al provocar permanentemente víctimas propiciatorias”[1]
En el caso de México la profundización de la violencia política está estrechamente vinculado al desarrollo de la propiedad privada, posee una base material concreta.

Las haciendas habían crecido a costa de las tierras de los pueblos y englobando a esos pueblos. Una porción importante de esos indios habían logrado sobrevivir al margen de esas haciendas (ejemplo en Morelos).
El desarrollo del capitalismo durante el  porfiriato debía llevar a la destrucción de los pueblos libres y las tierras comunales.
“...En la segunda mitad de este siglo, en algunos países la hacienda dejo de ser  el elemento a partir del cual se organizo el poder. Las Fuerzas Armadas y los sectores aristocráticos de las clases dominantes continuaron siendo la base social de legitimación del poder oligárquico” [...]”[2].
La violencia fue y es inherente a una estructura social injusta, a un orden social basado en la explotación del trabajo por el capital, en la exclusión y marginación económica, social y cultural de muchos sectores de la sociedad.
“La violencia política no es un fenómeno transhistórico: se manifiesta como experiencia social engarzada al poder y a la dominación...”[3]
En México estas contradicciones,  desarrollo capitalista, generalización de formas salariales, etc.  y la existencia de estos pueblos por fuera de la hacienda, es decir del sistema, fueron visibles en Morelos, centro de la moderna industria azucarera.
Se buscó la liquidación económica y social de los pueblos libres, la organización capitalista del país con su doctrina individualista se opuso a toda forma de organización autónoma de las masas. Los pueblos resistieron, defensivamente, aferrados a las costumbres y a las tradiciones comunitarias, con sus pleitos a las haciendas presentando los antiguos títulos virreinales. Estas acciones en principio fueron dispersas, generando un lazo solidario importante entre ellas, y más tarde confluyendo con otras formas de resistencia campesina y obrera y con la oposición de la pequeña burguesía, descontenta por el cierre de las posibilidades de ascenso social, a la dictadura de Porfirio Díaz. El porfiriato no logró imponer una relación social superior a la comunidad.
De allí que la clase en el poder requiera -a todo nivel- de estructuras que le permitan organizar el control social, minimizar los riesgos de un cuestionamiento revolucionario de la sociedad, y garantizar las condiciones para la reproducción ampliada del poder y del sistema en su conjunto. En esto el Estado desempeña un rol crucial.
“La coexistencia de relaciones sociales de naturaleza conflictiva expresa la solidez de los obstáculos para el cambio económico, social y político, y posibilita  la latencia y disponibilidad del potencial popular hacia la violencia...”[4].
La organización comunal fue el instrumento para organizar, y fue el principal centro político de la guerra campesina de 1910 a 1920. Esta organización que quiso defender un pasado idealizado cumplió una función revolucionaria que se tradujo en un ataque a los fundamentos de la organización capitalista del Estado.
 Aquí está el centro de la potencia de la guerra campesina que explica el enlace entre las formas de organización económica y social comunal precapitalista y las tendencias socializantes o anarquistas que atravesaron en cada momento a las ideologías de la revolución.
La crisis social estaba estimulada por la crisis mundial 1907-1908 y ambas alimentaron en México la crisis política del modo de dominación burguesa y de su Estado. La economía mexicana resultó muy castigada por la crisis del 07-08 (caída de los precios de los metales y cobre) cayendo las exportaciones. También hubo problemas con las cosechas. Encarecimiento de los artículos de primera necesidad y caída de los salarios reales y de los ingresos de los trabajadores.
Esto agudizó la lucha dentro de la clase dominante y se reflejó en la pugna por la sucesión de Díaz, en 1910. El que más forzó la situación fue Francisco Madero, propietario de tierras e industrias, alzó la consigna de no a la reelección y sufragio efectivo. Acudió a las capas pequeños burguesas y populares de la sociedad. Su objetivo era asegurar una sucesión pacífica a través de reformas políticas democráticas. Fue  la lucha intra clase dominante quien abrió las puertas a la intervención revolucionaria de las masas.


En el norte, en Chihuahua se producen los primeros levantamientos contra el ejército federal con Villa y Orozco. En Morelos se levantó Zapata e iniciaron la lucha con el Ejército Libertador del Sur. Otros dirigentes se levantaron en Guerrero, de a poco la revolución ganaba el país.

Tanto Díaz como Madero comprendieron el peligro que se levantó, al norte y al sur y firmaron los acuerdos de Ciudad de Juárez, daban por finalizada la lucha revolucionaria, las tropas licenciadas  entregarían las armas.
Los acuerdos, cuyo objeto era dar por concluida la revolución, desarmar a los revolucionarios y restablecer el orden jurídico no decía nada sobre el problema de la tierra mencionados en el Plan de San Luis de Potosí.
1911, Madero entra en México triunfante, para la burguesía la revolución había concluido.
Mientras, los campesinos iniciaban la revolución.
 Era el fracaso del acuerdo de Ciudad de Juárez, sin jefes nacionales, sin plan, impulsadas por sus propias fuerzas, las iniciativas campesinas resolvían desde abajo el problema de la tierra.
 Dice Villoro “... El contrapoder expone la voluntad propia, impide que la otra voluntad domine; es la resistencia o la detención de la violencia”[5]
Toda  revolución busca en su programa, en su ideología o en la defensa de los derechos arrebatados, su propia legitimidad y su propia legalidad. La revolución campesina de México se inició sin programa ni teoría. El primer objetivo fue la recuperación de su orden(ejido), así la lucha se presentaba como una continuidad que venían  llevando adelante amparados en la legalidad de sus títulos. Necesitaba desde sus inicios una demanda legítima aceptada y unificadora, para ello sirvieron los títulos comunales. Fueron el lazo de conciencia de los campesinos entre su lucha secular a la defensiva de sus tierras y el estallido ofensivo que fue la revolución.
 En el  Plan de Villa de Ayala  se evidencia el enfrentamiento con el Estado de las clases dominantes y sus gobiernos sucesivos: Madero, Huerta y Carranza. Pero el carácter revolucionario del Plan de Villa de Ayala  está dado por dos elementos: uno es que plantea la nacionalización de los bienes de los enemigos de la revolución, es decir, todos los terratenientes y capitalistas. El otro elemento va más allá y tiene un objetivo anticapitalista. Es el que sostiene que los campesinos despojados  de sus tierras las recuperarán  ejercitando su propio poder.  Si es necesario con las armas en la mano. Y son los terratenientes quienes al finalizar la revolución deberán asistir a los tribunales.
  
Zapata no se proponía discutir el régimen capitalista. Sus ideas surgían de la experiencia campesina. Aunque la aplicación del Plan implicaría la destrucción de las bases del capitalismo.
El Plan tenía sus límites sólo alcanzaba a oponer al poder capitalista  la iniciativa de las masas. No oponía la perspectiva de otro poder estatal. La dualidad desembocaba otra vez en el restablecimiento del poder de la burguesía,  no resolvía el problema del poder.
Así, encerraba la misma contradicción que existe entre la ideología pequeño burguesa campesina y la acción revolucionaria del campesinado en armas.
 Los métodos y la iniciativa eran revolucionarios y ponían en cuestión el poder capitalista. Pero la perspectiva campesina era incapaz de ir más allá, generalizar a nivel nacional y social.
“La violencia política rebelde o revolucionaria exige un proyecto político que la precede y acompaña: es producto de contradicciones y luchas coyunturales e históricas entre fuerzas con concepciones antagónicas sobre el futuro.”[6]
La revolución Zapatista no se extendió nacionalmente, se concentro en una revolución social de un estado, que cambió las bases económicas, políticas, jurídicas, militares y sociales, y estableció allí una república social, un Comuna, basada en el pueblo en armas, en los campesinos pobres y en los obreros agrícolas. Tampoco vino simplemente de los campesinos ya que sin revolución nacional no existiría Morelos, y recibió las ideas socialistas de la ciudad. Y por último, como rasgo distintivo, la revolución del sur se basó en una combinación única del proletariado agrícola e industrial de los ingenios azucareros con la insurrección campesina basada en la organización social tradicional. Así esta combinación original única, organización tradicional de los pueblos, fue que se convirtió en vehículo de organización y expresión, de resistencia, de lucha, y de relación social, recibió la integración de los obreros azucareros, campesinos recientes, relacionados con el campesino de los pueblos, pero ya con la experiencia del trabajo asalariado y de la moderna organización industrial de los ingenios.
El año 1920, comenzó con el asesinato de Zapata en 1919, el obregonismo reagrupó sus fuerzas y logró su ascenso al poder, sellando así la interrupción de la revolución.
  
Obregón fundó su poder sobre nuevas bases y alianzas políticas. Su objetivo era organizar una nueva burguesía dirigente, para ello debía evitar el choque con las masas, su política fue de contención. Quedaron excluidos del poder los antiguos terratenientes.
 De allí el carácter Bonapartista de Obregón, cuyo instrumento político es el ejército y cuya base social se apoya en las masas a través del control de sus organizaciones sindicales mediante una burocracia ligada al aparato estatal. El punto central es que la presencia organizada de las masas cambiaba la situación de éstas con el sistema político, las interiorizaba en el Estado. La legalidad comenzaba a ser para algunos más efectiva que la violencia y la subversión. El Estado de está forma amplia su esfera de clase
La clase en el poder juega con la psicología de las personas, con sus emociones y decepciones, a fin de encauzar cualquier signo de descontento, diluir y desviar la atención del impacto de cualquier violencia estructural.
Junto con la legitimación ideológica y política de la existencia y el recurso de las distintas formas de coacción, se deslegitima todo intento de organización popular de la violencia. Dice Lora Cam “las agrupaciones clasistas y étnicas de oposición no están subordinadas legítimamente al Estado: más bien su historia está atravesada por la cultura de la violencia contestataria”.[7]
 A pesar que en los discursos oficialistas es frecuente la condena de la violencia "venga de donde venga", en la práctica se busca neutralizar o desarticular únicamente su desarrollo en la base, su forma auto-defensiva u ofensiva, especialmente aquella que se puede erigir como alternativa de lucha política, militar o social.
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Gilly, A: La Revolución interrumpida. El Caballito, México, 1984.
Hobsbawn, E: La Revolución, en Roy Porter (Ed), La Revolución en la Historia, Crítica, Barcelona, 1990



[1] Cam Lora, Jorge: El  EZNL y Sendero Luminoso. Radicalismo de izquierda  y confrontación político militar en América Latina Cap. I, Programa de Investigación de la Violencia Política: Problematización y Delimitación. Acercamiento Conceptual. Página 20. Benemérita Universidad Autónoma de Puebla. Dirección General de Fomento Editorial
                     
[2] Cam Lora, Jorge: El  EZNL y Sendero Luminoso. Radicalismo de izquierda  y confrontación político militar en América Latina Cap. I, Programa de Investigación de la Violencia Política: Problematización y Delimitación. Acercamiento Conceptual. Página 20. Benemérita Universidad Autónoma de Puebla. Dirección General de Fomento Editorial.
[3] Cam Lora, Jorge: El  EZNL y Sendero Luminoso. Radicalismo de izquierda  y confrontación político militar en América Latina Cap. I, Programa de Investigación de la Violencia Política: Problematización y Delimitación. Acercamiento Conceptual. Página 7. Benemérita Universidad Autónoma de Puebla. Dirección General de Fomento Editorial
[4] Cam Lora, Jorge en El  EZNL y Sendero Luminoso Radicalismo de izquierda  y confrontación político militar en América Latina. Cap. I, Programa de Investigación de la Violencia Política: Problematización y Delimitación. Acercamiento Conceptual. Página 33. Benemérita Universidad Autónoma de Puebla. Dirección General de Fomento Editorial
[5] Villoro Luis, ”El poder y el valor, en La Jornada Semanal, núm. .169, suplemento de La Jornada, México 13 de mayo de 1998.
Citado por, Lora Cam, Jorge en El  EZNL y Sendero Luminoso. Radicalismo de izquierda  y confrontación político militar en América Latina.  Cap. I, Programa de Investigación de la Violencia Política: Problematización y Delimitación. Acercamiento Conceptual. Página 21 Benemérita Universidad Autónoma de Puebla. Dirección General de Fomento Editorial
[6] Lora Cam, Jorge en El  EZNL y Sendero Luminoso. Radicalismo de izquierda  y confrontación político militar en América Latina.  Cap. I, Programa de Investigación de la Violencia Política: Problematización y Delimitación. Acercamiento Conceptual. Página 26 Benemérita Universidad Autónoma de Puebla. Dirección General de Fomento Editorial
[7] Cam Lora, Jorge en El  EZNL y Sendero Luminoso. Radicalismo de izquierda  y confrontación político militar en América Latina. Cap. I, Programa de Investigación de la Violencia Política: Problematización y Delimitación. Acercamiento Conceptual. Página 46. Benemérita Universidad Autónoma de Puebla. Dirección General de Fomento Editorial







DESPUÉS DE LA
REVOLUCIÓN DE 1952 EN BOLIVIA 





Cátedra
Problemática latinoamericana
Lic: Rivas, Andrea
Mat 232.904
Publicación de Cátedra : 
Problemática latinoamericana- año- 2008

ESTADO DE LA CUESTION.


La amarga experiencia del Chaco, considerada un desastre nacional por la población boliviana, alimentó la animosidad contra el régimen excluyente y tradicionalista que detentaban, a través de un grupo de políticos y abogados en calidad de administradores, la oligarquía del estaño y los grandes terratenientes rurales. Esta estructura de poder ultraconservadora era conocida popularmente como La Rosca.

Desde su fundación como Estado, Bolivia se ha 
visto confrontada a la necesidad de dar pruebas de su legitimidad como nación. País eminentemente minero, vive esa condición como una fatalidad que la somete al saqueo de sus riquezas naturales por parte de potencias extranjeras.

Una primera visión historiográfica cualquiera sea la perspectiva, histórica o política, y de clase social, son sus derrotas, despojos territoriales, y sobre todo la política  “nacionalista”, la influencia del trotkismo, las corrientes políticas intelectuales, la fractura ocurrida al interior del frente antifascista, la gran politización de la clase obrera y su ideal revolucionario, la transformación de la misma a través del POR, estos elementos y aún otros, son  los que le  preceden a la Revolución Boliviana de 1952, desde los mismos  intentaré explicar los antecedentes de la misma.

La década del 40, se caracteriza por ser un período de sindicalización,  luchas campesinas y rebeliones campesinas. Antecedentes que se corresponden con lo que iría a venir,  la Revolución del 52.
  
Varios levantamientos habían intentado ya derribar a Villarroel, esto puede verse reflejado enla obra de Céspedes “El presidente colgado”  fiel exponente de las “ideas nacionales”[1].
La obra de Céspedes está impregnada de nacionalismo, pero  no aparece en ella la burguesía imperialista, sino una pequeña parte de ella. En su novela histórica, “El Presidente Colgado”  no está presente la verdadera historia del movimiento obrero boliviano. 

A  diferencia de Céspedes, Lowy  hace un análisis de la influencia que tuvo el trotkismo y lasdiferentes corrientes políticas e intelectuales en América Latina:
“Resulta interesante observar que en este período de extrema maduración política de los partidos comunistas, surgen por vez primera manifestaciones de oposición de izquierda en el seno del movimiento obrero, a escala de masas”.[2] , resaltando que fue en  Bolivia donde el trotkismo cobra fuerza.

“En 1946, un congreso de la FSTMB, reunido en la ciudad de Pulacayo, aprueba un conjunto de tesis de inspiración netamente trotkista, cuyo eje central es la estrategia de transformación de la revolución democrático - burguesa en revolución socialista en un proceso ininterrumpido, bajo la dirección del proletariado aliado al campesinado”[3] 

Compara a los partidos comunistas de Argentina y Bolivia, y su alianza con la burguesia, en el caso de Bolivia ese partido fue  el Partido de la Izquierda Revolucionaria (PIR), impulsada a través del Congreso de Izquierdas, por el stalinismo, desde el mismo momento de su fundación comenzó a alinearse con los intereses del Kremlin teniendo en cuenta sólo sus necesidades tácticas en la guerra.

Cuando se fundó estaba en vigor el pacto Hitler-Stalin y entonces el PIR atacaba al gobierno de Peñaranda que aparecía embarcado en la tradicional línea de la “rosca”, al lado del imperialismo estadounidense.

Rápidamente el PIR iba a cambiar el rumbo por la nueva alianza de Stalin con el imperialismo “democrático”. El stalinismo se orientó hacia la cooperación directa con la “rosca” y el imperialismo, en lo cual coincide con Céspedes, para “defender la democracia”. 
Los PC de América Latina, si bien dice Lowy, la excepción fue Brasil, donde el PC apoya al populismo de Vargas, y esto se debe a  “entre otras cosas porque éste, (contrariamente 
Perón y Villarroel, presidente vinculado al MNR boliviano)había participado del lado de los aliados en la segunda guerra mundial”[4], remarcaron la teoría de que cualquier acción de masas significaba un apoyo directo al régimen fascista de Alemania.

Céspedes no hace comparación entre los PC, pero coincide con Lowy, sobre la actuación delos  mismos, y también en el surgimiento de los populismos tanto en Argentina como en Bolivia, y en otros países de AL, ambos nutriéndose de las filas del movimiento obrero.
 
“...Liberales y piristas pensaban que todo debería renunciarse en servicio de la lucha contra el fascismo sin dimular, empero, el utilitarismo con que aconsejaban que Bolivia debía prepararse para” poder participar en el banquete de la Paz”[5](diputado Alvarado)”.
 
Céspedes acusa a las clases medias, a el PIR y a la acción de la prensa, y la radio de haber movilizado a los estudiantes, y a el “lumpenproletariado”, para derrocar a el gobierno de Villarroel.
 
“...la prensa de la reacción hacia estrépito escandaloso por los nimios errores mientras encubría con su silencio especulaciones y fraudes como el del impuesto a la sucesión Patiño...”[6]

 

 Desde comienzos de julio del 40 con vistas a dar un golpe decisivo al régimen “nacionalista”, los fracasos de los golpes intentados en noviembre del 45 y junio del 46, fueron  para dicho autor, los que les mostraron a la “rosca” que el camino no podía ser otro que la movilización de las masas.
“Sólo en un país definido en esa época por J, GHUNTER, “como una factoría de los patrones de mina” se explica la reacción de esos patrones contra Villarroel y el MNR”[7].
 
Para Céspedes los asesinatos políticos de Challacollo y Chuspipata, el secuestro de Hochschild y el atentado contra J. A. Arze, el jefe pirista  dieron el puntapié que terminaría con Villarroel.
   
A través de esto deja ver la independencia del proletariado y el campesinado con respecto al gobierno. Si bien el MNR  a partir de la masacre de Catavi había logrado popularidad y diferentes adhesiones. 
No se refleja en su obra la gran politización del movimiento obrero, tampoco las ideologías marxistas que recorrían AL, como el POR , en ese momento. 
 No muestra en su novela  la nueva y aparente contradicción que  se abría en el cuadro de Bolivia, uno de los países más atrasados del continente: el partido que surgía con más fuerza entre el proletariado, el primero de los partidos nuevos en constituirse, fue el políticamente más avanzado: el del trotkismo. El Partido Obrero Revolucionario. Si se ve en ella como surge el MNR   quienes son sus integrantes y la relación que tiene con los sectores medios y más tarde también con el sector  minero.  
Mires, reconoce a Céspedes como un portavoz de las ideas nacionalistas pero a diferencia de éste, ve en esas ideas “rasgos fascistoides[8]”. Si bien en lo económico querían la nacionalización de las empresas extranjeras, en lo político defendían el   sistema estatal corporativo...”[9],  dice este autor, para mostrar uno de los elementos fascistas. No hace comparación con el peronismo en la Argentina.
Observa el enaltecimiento  retórico que hacen los nacionalistas a la raza india pero también puede ver que en la “cuestión agraria” no había proposiciones concretas. 
En esto coincide con Lora[10]. 
“el balance de tres años en el Poder demuestra que el gobierno de Villarroel fue menos progresivo que el de sus predecesores, Toro y Busch. No nacionalizó ninguna rama de la economía, ni obligó a los propietarios de las minas a vender el 100% de sus divisas. La tierra permaneció en manos de sus propietarios”[11].
 Lora  parece decir que fue la incapacidad de Villarroel de satisfacer realmente las exigencias de la masa popular, fuera de algunos paliativos y muchas promesas, la que llevó al derrocamiento de Villarroel y el MNR.
Por lo tanto para este autor fueron estas promesas no materializadas, las que, lanzó en su contra a aquellos que, finalmente, llegaban a la conclusión de que se veían defraudados. 
 
Céspedes no parece reconocer que el movimiento del 21 de julio de 1946 fue realmente popular, que los antecedentes del Primer Congreso Nacional Indígena, la formación de la FTMB, la politización de las masas, la influencia del trotkismo,  que se venían dando en la década del 40, y se concretaron durante la presidencia de Villarroel, proporcionaron un soporte legítimo a las 
futuras movilizaciones indígenas, abriendo las puertas a un movimiento social campesino que un día se iba a mostrar incontenible.
Lora expresaba en las jornadas de Julio del 46 : 
“Convocó con toda la aparatosidad que emplea comúnmente el nazismo, un Congreso Indígena para masacrar más tarde, en Las Canchas, a los campesinos. Villarroel, secundado por la Logia “Mariscal Santa Cruz”, y por sus lacayos movimientistas, prometieron nacionalizar las minas y los ferrocarriles; aumentar los salarios y elevar el standard de vida de las clases laboriosas en general. ¿Qué hemos visto de todo esto hasta el presente? Traición en toda la línea...” “Frente a este horripilante estado de cosas destacamos el hecho de que la Universidad Mayor de San Andrés, ha cumplido honrosamente el pacto tripartito de universitarios, obreros y maestros y ahora, en trance de angustia para toda la nacionalidad, espera que los trabajadores de Bolivia demuestren mediante su apoyo material, que ellos también están animados del mismo sentimiento de afecto y solidaridad con el estudiantado.
“Camaradas trabajadores: Es necesario pues acabar de una vez por todas con el estado de cosas reinante en el país. Es necesario que, para sumarnos a la huelga de maestros, obreros y estudiantes de toda la república, desconozcáis a las directivas traidoras de vuestros sindicatos dirigidos, procedáis a solidarizarnos con el justo movimiento de liberación nacional que hemos iniciado a raíz de la última masacre de niños y que sólo acabará con la total expulsión del maldito nazifascismo del suelo patrio. Muerte a los tiranos. Viva Bolivia democrática”[12].
Pero, como bien lo hace notar el autor, cuando le habla a los trabajadores, “la clase trabajadora” no participó desde el comienzo en la insurrección. Simpatizó con los que se oponían y luchaban contra el gobierno, se mantuvo casi ajena a los sucesos. Más tarde, superando a sus propios líderes, bajó al terreno de la acción y llevó mucho más lejos de lo que nadie hubiera podido suponer que irían los acontecimientos.
  
Lora, en su arenga, deja ver que, no hay una dirección central. No hay siquiera dirigentes conocidos. Así concluyó la resistencia del ‘Calama’. Así concluyó, también, con ella, la última resistencia organizada en La Paz. La ciudad quedó, en manos del pueblo. Sesenta mil fusiles, quinientas ametralladoras pesadas; más de dos mil ametralladoras livianas y un número no comprobado de pistolas -ametralladoras  y otras armas.
Tanques y cañones estaban, asimismo, en poder de las masas. Se dominó la ciudad más importante de la nación.
“Las fuerzas de represión del estado, llamadas siempre ‘fuerzas del orden público’, desaparecieron. El pueblo, en cambio, es una fuerza armada”[13].
 La nación, en su cabeza, se encontraba dominada. Obreros organizaban milicias para asegurar el orden, también los universitarios. Milicias obreras y estudiantiles actuaron. Barrio por barrio silenciaron los focos de agresión. Una lucha en la que murieron más de dos mil seres humano.
En medio de la lucha, se difunden proclamas que expresan el verdadero sentir del proletariado:
 “No es la entrega de la presidencia a otro militarote la que resolverá nuestra situación de parias, ni tampoco borrará la sangre derramada. La camarilla de nazi-falangistas encaramados en el poder nos prometió mejoras económicas, libertad de prensa, libertad de sindicalización, libertad de pedir un poco más de pan. En vez de mejoras económicas, la vida ha encarecido; en lugar de libertad de prensa se masacra a los periodistas ;en vez de libertad sindical la intervención oficial la ha anulado, confinando y masacrando a dirigentes obreros...¿Qué nos queda en este estado de cosas? Derribar la burguesía criminal que detenta el poder. Oponerse enérgicamente a la subida de nuevos criminales que, agazapados, esperan la oportunidad de adueñarse del gobierno. Estos oportunistas que también masacraron a los obreros de Catavi y hundieron al país en la más espantosa miseria, son conocidos ya por el pueblo. Los trabajadores con conciencia de clase no sólo aspiramos a un cambio simple de gobierno; no queremos servir de escalera a los explotadores burgueses de distintos colores políticos. No camaradas. Nosotros que remos un gobierno con representantes netamente salidos del pueblo... Todos los obreros concientes que saben defender su clase deben unirse, darse la mano, luchar enérgicamente para alcanzar este objetivo a que aspira toda la clase trabajadora. Nuestras consignas de clase revolucionaria son:
 Escala móvil de horas de trabajo; escala móvil de salarios; bloque obrero que haga frente a la unidad explotadora.
 Como consecuencia de la burguesía conservadora nace la clase proletaria a cumplir su misión histórica. La historia la llama como la única clase verazmente revolucionaria para resolver los problemas económicos que la burguesía degenerada ya no puede solucionar. Formemos una nueva sociedad socialista donde todos los oprimidos tengamos cabida, donde no haya clases explotadoras que vivan con el sudor de nuestras frentes; no más gobiernos burgueses, no más asesinos, no más hambre. ¡Por la emancipación económica! ¡Viva la sociedad socialista! Comité Revolucionario de Obreros Fabriles”, La Paz, julio 21 de 1946”.
Se ve claramente en esta proclama la influencia trotskysta, sobre una terminología algo anarquista, pero que expresaba el deseo de liberación de la masa, junto con el temor del retorno al poder de la vieja Rosca.
Esto es muy diferente a lo expuesto por Céspedes donde apenas hace mención de la cuestión obrera y del surgimiento del P.OR. Diferente también es la posición tomada por Almaraz , contemporáneo a Céspedes, que adhería en los años 40 a el PIR, este autor lo retomaré al final del trabajo. 
El mismo temor que revela esta otra proclama del “Comité Obrero Revolucionario”, fechado en La Paz, el 22 de julio de 1946:
“El proletariado no debe marchar en esta hora con ningún partido político de extracción burguesa, porque el advenimiento de un gobierno al servicio de la burguesía y del imperialismo, lleva en sí la seguridad de devenir en fascismo, cualquiera que sea el nombre que adopte.
 De hoy en adelante los trabajadores unidos y armados luchamos para instaurar la asamblea del pueblo, único medio para defender el grandioso levantamiento, con el fin de beneficiar a las grandes mayorías oprimidas de la Nación.”[14]
¡Lora deja ver que, el descontento no se concreta en ningún programa. El pueblo realizó la insurrección  pero, por falta de un programa claro, de orientaciones precisas y de dirección seria y responsable, no pudo llevar hasta sus últimas consecuencias el triunfo obtenido. Entregó el gobierno a gente que lo  devolvió a la “rosca” y al imperialismo ya que la  revolución no impulsó el cambio de las estructuras fundamentales en lo económico y en lo social.
El autor al estoy siguiendo, habla sobre la base de la existencia de las milicias ciudadanas y de los Comités Tripartitos, hasta llegar a hablar del establecimiento de la dualidad de poderes, a pesar de la existencia, prácticamente intactos, del Ejército y de la Policía burguesas, que con poco o nada participaron en la lucha.
El comité tripartito integrado por estudiantes, obreros, y maestros, centralizaba la autoridad administrativa.
Este debía ser el primer paso hacia la entrega, pues, pronto las milicias armadas debían desaparecer y los Comités Tripartitos ser disueltos, como inaceptables, aún dentro de su relativa peligrosidad. Mientras tanto, el ejército y la policía burgueses respaldaban al nuevo gobierno en el cual, por iniciativa del P.I.R. se proporcionaba así, a la vieja rosca y al imperialismo yanqui, en bandeja de plata, las llaves del poder.
Las proclamas de Lora G, muestran que el POR carecía todavía de significación la politización su arenga es dirigida a los obreros y al proletariado urbano. Las proclamas nada dicen, o por la menos no hay un análisis de la cuestión indígena, al igual que los otros autores leídos, Céspedes, Lowy, Almaraz, Mires.
En el caso de Céspedes dice:  “el gobierno no perdía de vista la cuestión campesina”[15].
Pero no hay un análisis de la cuestión en su novela, y en la caída de Villarroel no se ve el surgimiento del POR, y su política contraria a la del PIR, proestalinista, lo cual, si, es notorio en todos los autores analizados.
El POR proclama la necesidad de la socialización de las minas y de realizar una revolución social que lleve al poder a los obreros y a los campesinos. Quiere destruir  al régimen capitalista  y burgués.
Para romper el dogmatismo de los comités tripartitos, el grueso de la masa llegó a establecer una unión con la Federación de Mineros y se mostró dispuesto a seguir su dirección.
Estos acontecimientos grandiosos se producían en una situación en que la vanguardia revolucionaria era todavía débil. Es al menos lo que reflejan los textos, de esta manera, la Federación de Mineros, tuvo que asumir tareas propias de un partido revolucionario. Lo cual queda demostrado en la Tesis de Pulacayo.
  “La ‘Tesis de Pulacayo”[16], adoptada por unanimidad, en el Congreso Minero, constituía un programa de revolución proletaria a cuyo alrededor  comenzaron a agruparse los obreros de toda Bolivia.
Esa Tesis, la máxima conquista teórica lograda, hasta entonces, por el proletariado de la América Latina, se debió a la inspiración del dirigente del P.O.R., Guillermo Lora.
En sus partes fundamentales, decía:

“EL PROLETARIADO, AUN EN BOLIVIA, CONSTITUYE LA CLASE SOCIAL REVOLUCIONARIA”[17].
“La Tesis de Pulacayo” por su importancia programática aterrorizó a la oligarquía. Y en ellas se ven, nuevamente la orientación anarquista y trotkista.
Lora, deja ver en las Tesis de Pulacayo la gran politización obrera y su ideal revolucionario  y como el POR transformó a la clase obrera, éste no sigue a  la URSS ni responde a la burguesía. Pero creo que las Tesis subestimaban las reivindicaciones que podían llevar a consolidar la alianza obrera y campesina, fundamentalmente las tareas democráticas, entre las cuales la reforma agraria, es fundamental. Tampoco planteaban la necesidad de luchar por organismos de democracia directa que pudieran materializar el programa de acción contenido en ellas, quizás esto fue uno de los límites dentro de los partidos trotskistas, para llegar al poder, un programa democrático revolucionario y una estrategia soviética. Es indudable que ambas cuestiones atravesaron la lucha de clases en Bolivia.
En junio de 1947 tuvo lugar el Cuarto Congreso Minero, celebrado en Colquiri,  donde el Secretario Ejecutivo de la Federación Sindical de Trabajadores Mineros, Juan Lechín, miembro del M.N.R. hizo demagogia con las Tesis de Pulacayo.
“ Nuestra intransigencia clasista nos ha concedido el privilegio de convertirnos en el sector más odiado por la clase dominante. Como no han podida prostituirnos, los gobernantes han decidido destruirnos por  todos los medios. Ese plan tenebroso fraguado desde palacio Quemado de La Paz, está en plena ejecución”[18].   El M.N.R.  se adornó  con las conquistas teóricas del P.O.R., las que comenzó a adoptar demagógicamente,  por la  influencia que lograban en la masa.
Al mismo tiempo, proseguía en Bolivia la dramática lucha social que transformaba al país en un hervidero de agitación y rebeldía. Ya en el Quinto Congreso Nacional de Mineros, realizado en Atocha, distrito de Telamayu además de las delegaciones sindicales asistieron delegados fraternales de los campesinos.
 “El Congreso de Telamayu comprendió la necesidad histórica de incorporar a los campesinos en sus luchas por la liberación de los trabajadores del país, pero vanguardizando ellos esos movimientos sociales” [19].
La lucha social prosiguió todo el año 1948 y 49, expresada principalmente en la masacre de La Paz y en la masacre “roja” de Siglo XX, que dieron como resultado que, después de haber fusilado   los trabajadores dos rehenes, se procediera, con tropas del ejército y 1500 carabineros, a asaltar ese campamento para dejar tendidos los cadáveres unos ochenta obreros y familiares de los mismos.
 El “M.N.R, parecía buscar en un golpe militar - civil, en escala nacional, la solución al estado de cosas existente. A la lucha revolucionaria a la luz del día prefería el complot y el golpe de mano, a la revolución ‘que se ve venir’, prefirió el golpe sorpresivo subterráneo, que desprecia el apoyo de las masas, que condena a éstas.





En tanto, El P.O.R, seguía debatiéndose en su insoluble contradicción entre su capacidad teórica y su absoluta incapacidad práctica.
El golpe del M.N.R., que llegó a hacerse dueño de Cochabamba, Potosí, Sucre, Santa Cruz y varias poblaciones de provincias, fracasó, precisamente, por el temor de apelar a las masas.
A aquella contienda armada, sucedió la huelga general de 1950, haciendo que “la crisis revolucionaria adquiriera magnitudes insospechadas” y que culminó en la acción de Villa Victoria. A ésta sucedió el Sexto Congreso Nacional de Mineros, en el cual se renovaron, de parte del Gobierno las infructuosas maniobras contra la Tesis de Pulacayo; luego el primer Congreso nacional de obreros fabriles, etc. Barcelli trata de explicar el porque del fracaso de las Tesis, sin negar la gran politización y radicalización  de las masas. No analiza el fracaso del trotkismo, pero si la estrategia del MNR, està vez al lado del PCB  que, en otros de sus espectaculares cambios de frente, se haría propulsor del M.N.R., el mismo partido al que antes acusaba de nazi-fascista, pero que ahora aparecía como enemigo del imperialismo yanqui con el que el Kremlin nuevamente se encontraba en disputa, después del período de colaboración en la campaña contra Hitler en Europa.
El proletariado de Bolivia otra vez, debía acomodar su acción a los intereses momentáneos de la U.R.S.S. stalinizada. El triunfo del M.N.R. trajo serias consecuencias, ya que resultó inesperado para las viejas clases gobernantes: era la primera vez en Bolivia que triunfaba la oposición. El M.N.R. era pues, nuevamente, la gran fuerza política tras la que se movían las masas bolivianas.
 “El M.N.R., con la finalidad de inflar más rápidamente sus filas, se olvidó de su programa, disimuló sus verdaderas posiciones, sus líderes se declararon marxistas y lanzaron demagógicamente proposiciones antiimperialistas y cien por cien favorables a las masas. Algo más grave aún: poco a poco fue hablando un lenguaje extraño y adoptando una ideología radical. Este proceso iba de las bases a la dirección y no en sentido contrario.
Paulatinamente, pero de una manera firme, el M.N.R. se fue vistiendo con ropaje ideológico ajeno, que fue conseguido gracias al saqueo perpetrado en otras tiendas políticas. Se puede decir que es en este período en el que con mayor nitidez el M.N.R. se perfila como filomarxista.
El equipo sindical movimientista, entrenado y templado en la lucha diaria, logró aglutinar a valiosos luchadores y agitadores. Es este equipo el que recibe en mayor medida la influencia porista y se convierte en el canal por el que se filtra una ideología exótica en el seno del M.N.R. Muchos de los agitadores movimientistas nadaron durante el sexenio, entre dos aguas (asentaron un pie en el M.N.R. y el otro en el P.O.R.) y estaban convencidos de que el arribo al poder de su Partido importaría nada menos que la materialización del programa trotskysta. Los obreros avanzados que asimilaban los escritos poristas, demostraban su conformidad con el programa del P.O.R., pero como consecuencia de su incompleta o insuficiente asimilación, creían que era su deber atribuir su cumplimiento a otro Partirlo, en esa época obligadamente el M.N.R.”[20].

Lora G, ve claramente como el MNR se convirtió en caudillo del proletariado, nutrido por las clases medias ,y ahora además por el proletariado, que acompañó las consignas de su lucha con las ansiedades de las masas.
El hecho es que, a la finalización de los seis años transcurridos, el M.N.R. contaba con el apoyo total del stalinismo y también, en general, del trotskysmo de cuyo programa, demagógicamente, se había apropiado. Y aunque, perseguido y prácticamente, colocado en la clandestinidad, había logrado capturar, también, el apoyo de la masa.
Si en su primera etapa, como deja ver Céspedes, amplió su composición con bases obreras reales,  en sus campañas por la recuperación del poder político, su lenguaje adoptó tonalidades obreristas, interpretando las aspiraciones de la clase trabajadora, y esto es posible verlo también en Réquiem para una República de Almaraz[21].El tiempo de las cosas pequeñas, Los cementerios mineros y El sistema de mayo. En el primero de los citados, el autor muestra como el nacionalismo revolucionario pierde impulso y se somete gradualmente a las exigencias de sus adversarios. Sin embargo no lo caracteriza de demagógico. El segundo está dedicado al proletariado de las minas, al pueblo del hambre y de los pulmones enfermos, que sin embargo sigue luchando y creyendo en la política. El tercero se ocupa de la ideología de quienes derrocaron al gobierno del MNR.
La revolución boliviana de 1952 fue producto, entonces, de diferentes condiciones. Desde el punto de vista internacional, a la salida de la Segunda Guerra Mundial, América Latina atravesaba un período signado por el despliegue del imperialismo norteamericano, que buscaba completar su dominio sobre todo el continente, esto se bien en Céspedes;  y por un amplio ascenso obrero y popular, lo cual rescata Lora G. Y es analizado  por Lowy, en como influyó el pensamiento marxista en AL.
  
El proceso de organización y movilización obrera en Argentina (finalmente canalizado por el peronismo), son ejemplos de esto. Desde el punto de vista nacional, el viejo régimen de “la Rosca” que había sido reemplazado por un tibio “nacionalismo”, no pudo contener la creciente conmoción social y la enorme tensión que alcanzó la lucha de clases que pasó por una sucesión de gobiernos populistas y reaccionarios, golpes de estado, huelgas obreras semi- insurreccionales, etc., mostrando la desilusión de las masas con la demagogia no cumplida del régimen. Al mismo tiempo, la elevada conciencia de sectores del proletariado, fundamentalmente los mineros, que se había expresado ya en las Tesis de Pulacayo, provocaba una presión permanente sobre las promesas y hechos de los sucesivos gobiernos.
Así se llegó a la Revolución Nacional  de abril de 1952



Bibliografía: Estado de la Cuestión

Céspedes, A: El Presidente Colgado Editorial, Jorge Alvarez. Año 1966.
Mires. La Rebelión permanente.Cap.5.La revolución obrera que fue campesina. Siglo XXI, México, 1988
Lowy, M, El marxismo en América Latina, Era, México, 1991.Introducción.
Lora, G  “La gran década”, Revista “Cuarta Internacional”, Bs. Aires, Octubre de 1952.
Almaraz S. Requiem para una República.Capitulo 2 ,El tiempo de las cosas pequeñas, La Paz

1967.

Bibliografía General utilizada.

Tesis de Pulacayo. 1946.

Barcelli,A, Medio siglo de luchas sindicales en Boivia. Editorial del Estado, La Paz 1957.
De la Vega M, Los Mineros en la Revolución Nacional, en Ansaldi  W y Funes P,  Teorìas de las Revoluciones y revoluciones latinoamericanas.
Dunkerley, J , Rebelión en las venas. La Lucha política en Bolivia (1952-1982).Cap  2. Plural editores, La Paz, 2003 (1987)..
Klein H .La Revolución Nacional,1952-1964-, tomado de Ansaldi W, Funes P (comp).Vol.0/2.Buenos Aires 2001.
Debray, R. “Revolución en la Revolución”( casa de las Américas, La Habana, enero de 1967), reproducido en Lucha Armada en la Argentina, Año 1 Nro.1,Bs.,As, 2004.

Esbozo bibliográfico para la monografía

Liborio Justo, “Bolivia: la revolución derrotada”, Juárez Editor, Buenos Aires, 1971.
Néstor Taboada Terán, “Bolivia: la revolución desfigurada”, Historia del Movimiento Obrero N° 79, Centro Editor de América Latina, Buenos Aires, 1991.
Masas Nº 936, pág. 10, 28. Congreso del POR, Tesis y Resoluciones, abril de 1985.
 G. Lora – “La revolución boliviana”.
J. Fellman Vearde  “Victor Paz Estenssoro”
A.   Valencia Vega. “Desarrollo del pensamiento político en Bolivia”.
A. Barcelli S. “Medio siglo de luchas.”,



[1] Céspedes, A: El Presidente Colgado, Cap. VIII, XIX, X. Idem, Cap. XVIII, Editorial, Jorge Alvarez. Año 1966
[2] Lowy, M, El marxismo en América Latina, Era, México, 1991.Introducción, pag.38
[3] Lowy, M, El marxismo en América Latina, Era, México, 1991.Introducción, pag.38
[4] Lowy M, El marxismo en América Latina, Introducción Pag 38.
[5] Céspedes, A: El presidente colgado, Cap. IX, La revolución Mutilada, Pag 154.Editorial, Alvarez. Edición 1966.
[6] Idem, Pag 199
[7] Idem, Pag 192.
[8] Mires. La Rebelión permanente. Siglo XXI, México, 1988.Cap.5.p 251
[9] Idem. Página 251
[10] Dirigente histórico del trotkismo boliviano, redactor de las Tesis de Pulacayo en 1946. En la revolución boliviana de 1952 sostuvo el apoyo crítico al MNR de izquierda, negándose a pelear porque la COB tome el poder.
[11] Lora – “La gran década”, Revista “Cuarta Internacional”, Bs. Aires, Octubre de 1952

[12] Lora, G, idem.
[13] Idem, Julio 22 de 1946.
[14] Idem
[15] Céspedes, a El presidente colgado. Cap. XI, Pag 192
[16]  G. Lora – “La gran década”, Revista “Cuarta Internacional”, Bs. Aires, Octubre de 1952

[17] Lora, G. Tesis de  Pulacayo 1946.
[18] A. Barcelli S. – “Medio siglo de luchas.”, P 199.

[19] A. Barcelli S. “Medio siglo de luchas...”, p. 204

[20] Lora G “La gran década”, Revista “Cuarta Internacional”, Bs. Aires, Octubre de 1952

[21] Almaraz, s: Requiem para una República Capítulo 2, El Tiempo de las cosas pequeñas.